Desde que París prohibió que los vehículos pudiesen circular a menos de dos kilómetros de la orilla del río Sena, la búsqueda de ideas revolucionarias para el transporte de personas fue la prioridad de muchos genios de la innovación. El Sea Bubble planea a medio metro sobre el agua y se presenta como una alternativa ecológica para aliviar el tráfico de las grandes ciudades, que tengan un río suficientemente caudaloso.