El diseño de este nuevo Renault de tan sólo 3,83 metros de longitud es extravagante, aunque no insólito para la casa del león, ya que gracias al Avantime, al Vel Satis y, no en última instancia, al BeBop los franceses siempre han tenido vehículos especiales en cartera. Por este motivo, Renault se ha asegurado sin duda un sitio destacado en el Hall of Fame automovilístico, aunque no en lo que a su comercialización se refiere, ya que todos ellos han pasado sin pena ni gloria por el mercado. El 17 de septiembre de 2010 llega a los concesionarios el Renault Wind, esta vez con grandes posibilidades de éxito.
La segunda impresión es la que cuenta
Un gran maletero y una enorme versatilidad
La dirección es suave y cómoda, aunque sobre todo a velocidades elevadas resulta algo imprecisa. Lo mismo ocurre con el cambio manual de cinco velocidades. Sin embargo, ninguna de las dos cosas es grave, ya que la clientela esperada, compuesta en su gran mayoría por mujeres de entre 25 y 40 años, no suelen conducir con muchas pretensiones deportivas, aunque el comportamiento en circulación del nuevo Renault Wind lo permitiría.
Los ingenieros de Renault han dado (una vez más) con una configuración fantástica (procedente del Twingo RS) que consigue mantener el equilibrio entre confort y deportividad. Pese a las llantas de 17" de serie con lacado bicolor, la amortiguación del pequeño Wind resulta elástica y suave, algo que con total seguridad no le debe a una carrocería no exenta de vibraciones. El ESP instalado de serie entra en funcionamiento en el momento preciso, aunque también se puede desconectar por completo.
Una bomba de aire sin la fuerza del viento
Por este motivo, nuestra recomendación es el TCe 100. Este motor turboalimentado de 1,2 litros desarrolla 101 CV y, con un par motor de 152 Nm, tan sólo ocho números menos que su hermano mayor. Sin embargo, a partir de las 3.500 vueltas ya podemos disfrutar de su potencia, lo que significa 1.000 vueltas antes que en el caso del PSI de 130 CV. Renault cifra el consumo del TCe 100 en 6,3 litros. Su velocidad máxima es de 190 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos. Según la casa, el 80% de los compradores se decantarán por esta mecánica.
Para ello, tendrán que poner sobre la mesa al menos 16.900 euros. A cambio obtendrán un equipamiento con ESP, cuatro airbags, accionamiento semieléctrico del techo, llantas de 17", asientos deportivos, faros antiniebla, programador de velocidad, ordenador de a bordo y, por ejemplo, espejos exteriores calefactables y regulables eléctricamente. El climatizador cuesta 1.000 euros, mientras que por el sistema de manos libres, incluidos unos altavoces mejorados y una conexión USB, tendremos que pagar 450 euros más. A partir de 18.300 euros estará disponible el Wind 1.6.
Conclusión
Con el nuevo Renault Wind los franceses amplían el casi extinguido mercado de los descapotables pequeños y asequibles. Su diseño es muy caprichoso y resulta extremadamente llamativo. La estructura simple del techo muestra un aspecto sólido, se puede accionar rápidamente y, pese a la escasa apertura, la sensación es la de un verdadero descapotable. El chasis es fantástico y convencerá tanto a los conductores acostumbrados a la comodidad como a los ávidos de deportividad.
Aunque no se puede decir lo mismo del motor de aspiración de 130 CV, ya que su funcionamiento se asemeja al de una bomba de aire. Mucho ruido y pocas nueces. En tal caso, mejor nos decantamos por el motor turboalimentado de 100 CV porque los 1.400 euros que nos ahorramos merece la pena invertirlos mejor en un par de extras.
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