Sergio Brito y Juan Espino reinventan el Espacio Cultural El Tanque (Tenerife) con el proyecto 'Moonlight'
El binomio artístico formado para la materialización de 'Moonlight' parte de la representación simbólica de El Tanque y de su recuperación como parte de la ciudad y de su indiscutible concepto de espacio con valores imaginarios propios. "Un depósito de acero, que ha contenido fuel-oil y que ha formado parte de nuestro paisaje urbano industrial, nos ofrece en su interior un lugar en el que se pierde la noción del espacio, el sonido o la luz".
El Espacio Cultural El Tanque materializa en su forma el concepto complejo del contenedor. Esta condición invita a ocupar un interior adaptado a la forma de su continente y lo convierte en un objeto insólito. Objeto de un diámetro de 51 metros, una capacidad de 35 millones de litros, una altura de 20 metros y un peso total de 900 toneladas. El primer día que se abrió al público en julio de 1997 se presentó vacío, mostrando el espacio en sí mismo.
Para Sergio Brito y Juan Espino, El Tanque representa en sí mismo la corroboración de que el aire pesa, de que el espacio pesa; afirman que, "el oscuro y vacío interno del inmenso depósito nos hace conscientes del poder distorsionador de nuestra imaginación. El horizonte se ha perdido, la pared también. Una lengua de sal ilumina el espacio y dibuja una luna que se adapta, ex profeso, a unos nuevos límites geométricos provocando la distorsión".
Escultura y arquitectura comparten un mismo propósito, la manipulación del espacio. Gracias a la trasgresión de unos límites geométricos se distorsiona la realidad con el fin de crear incertidumbre. Esta sublimación del espacio pervierte la realidad y genera nuevas lecturas condicionadas por la forma lunar que resulta. Sólida, gaseosa y sublime, 'Moonlight' no es más que materia impostora, pues tras ella, se esconde en su interior, un oscuro secreto.