Toledo

Barreda pide un pleno para debatir la retirada del texto y avisa de que "elevará el tono" de sus reivindicaciones

El presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José María Barreda, anunció esta tarde que va a pedir al Grupo Parlamentario Socialista que haga una petición al presidente de las Cortes, Francisco Pardo, para que convoque un pleno extraordinario a fin de discutir lo ocurrido en el Congreso de los Diputados, y "plantear la retirada" de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, "si el PP mantiene su posición, que hemos visto que es inalterable".

Así lo adelantó el presidente en una declaración institucional, flanquedo por los componentes de la Mesa del Agua de Castilla-La Mancha en la sede de la Presidencia al término de la Comisión Constitucional del Congreso, en la que aseguró que la última propuesta realizada por el PP mediante una enmienda transaccional era "humillante e inaceptable", porque suponía retirar del texto la referencia a la reserva hidraúlica para Castilla-La Mancha, y su preferencia en el uso del agua, algo que calificó de "excesivo".

Barreda comenzó recordando que la motivación fundamental en la propuesta de reforma fue la cuestión del agua, cuando en el debate del Estado de la Región de 2004 motivó la propuesta insistiendo en que "teníamos una ocasión para cambiar la relación histórica que Castilla-La Mancha había tenido con el agua", lo que "era una ocasión excelente para dejar nuestra posición en una ley orgánica".

Explicó que así quedó manifestado en el denominado "Pacto de Fuensalida" que firmó con el entonces presidente regional del PP, José Manuel Molina, y con el PSOE, y que meses después hubo un "cambio político" en PP de la región, convirtiéndose María Dolores de Cospedal en su máxima dirigente, y comprometiéndose ésta con la reforma, que se aprobó por unanimidad en las Cortes regionales con la fecha de caducidad del trasvase Tajo-Segura en el 2015.

No obstante, Barreda destacó que esa propuesta se flexibilizó y se cambió por una por reserva hídrica, que en su redacción final contemplaba en el preámbulo una cantidad e 4.000 hectómetros cúbicos, "que el PP ha rechazado y que ni siquiera ha querido votar". "Antes —recordó— había una reserva de 6.000 hectómetros cúbicos que se incluía en el articulado, y nos decían que no era posible aprobar el texto si se hablaba de agua en esos términos, en clara contradicción con lo que se aprobó en las Cortes".

Las "contradicciones"

Así, reiteró que Cospedal ha sido una "circunstancia específica" en este cambio, pues cuando apoyó la propuesta en las Cortes era presidenta del PP regional, y después fue elegida secretaria general del PP a nivel nacional, "y a partir de ahí afloraron las contradicciones" entre su cargo y los intereses de comunidades autónomas como Valencia y Murcia.

"No puedo aceptar por cuestión de fuero, de dignidad, y de justicia para Castilla-La Mancha, y no aceptaré nunca que lo que sea válido para otras regiones no lo sea para la nuestra; que sea constitucional una reserva hídrica en el Estatuto de Aragón y no en el de Castilla-La Mancha. No aceptaré que el PP lo apoye para Aragón y no para Castilla-La Mancha", destacó.

También dijo no aceptar que "los intereses de otras regiones hayan predominado en el criterio último a la hora de tomar la decisión", ni tampoco "más rebajas", afirmando que la propuesta "de último momento del PP era humillante e inaceptable", porque "era retirar la referencia en el texto a la reserva hidrológica y la preferencia de Castilla-La Mancha en el uso del agua, así como suprimir los informes previos de Castilla-La Mancha antes de cualquier trasvase, algo excesivo".

"Lamento que el PP se haya comportado como caballo de Troya de otros intereses y de otras comunidades autónomas y que haya propiciado el voto en contra", dijo, y por ello pidió a los diputados de PSOE que hagan una petición al presidente de las Cortes para que convoque un pleno extraordinario para "discutir lo que ha ocurrido y plantear la retirada del texto si el PP mantiene su posición que hemos visto que es inalterable". Posteriormente detalló que ese pleno se celebrará "lo antes posible".

Antes retirada que devaluación

Explicó que es en las Cortes regionales donde se tiene que tomar esa decisión, y discutir, "no en Murcia, ni en Alicante ni en otro sitio", y advirtió que cuando se tomó el texto en consideración en el Congreso, advirtió que si al final el texto que saliera "no respetaba los intereses hidrológicos" de la región "antes que se devaluara, lo retiraría".

"Esto no ha hecho nada más que empezar porque ha aumentado la responsabilidad cívica de Castilla-La Mancha con el agua, que es imprescindible para poder llevar a cabo un mejor desarrollo. De los calificativos que suenan contra Castilla-La Mancha, hay uno que no acepto y no lo haré jamás, y es insolidaria, porque Castilla-La Mancha no es insolidaria, sabe qué es trabajar y colaborar con los demás y tenemos sentimiento de pertenencia a la nación, pero tenemos que satisfacer nuestros problemas y necesidades", apostilló.

A preguntas posteriores de los medios, Barreda insistió en que partir de ahora "vamos a luchar todavía con más fuerza, con más gana y más energía", y a "elevar el tono de nuestras reivindicaciones cuenca a cuenca, río a río, palmo a palmo", mediante la defensa de los planes hidrológicos.

"Castilla-La mancha tiene 80.000 kilómetros cuadrados en el centro de la península y por ella transcurren los ríos más importantes, lo cual demuestra nuestra importancia estratégica estrategia. Eso es lo que ha cambiado ahora porque antes no existíamos y por lo tanto no había ninguna fuerza política que se articulara y organizara para defender nuestros intereses".

"Para nosotros —agregó— esto va a ser un estímulo y además debo decir que me siento si cabe mas acompañado que nunca, porque quien hoy esta aquí para mí es fundamental, son los que dan sentido a mi trabajo, los que hacen de verdad el esfuerzo de gobernar en coalición con la sociedad, no al margen de ella, y por supuesto nunca contra los intereses de Castilla-La Mancha".

Concluyó afirmando que le hubiera gustado que la principal fuerza de la oposición hubiera defendido a Castilla-La Mancha y que "nos hubiéramos repartido los aplausos y los beneficios si los hubiere; me hubiera encantado y lo digo con sinceridad y claramente, haber podido ir hoy de la mano con la señora Cospedal, juntos, compartiendo juntos un éxito para Castilla-La Mancha".

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