Cantabria

Ganaderos, agricultores y ecologistas cántabros mostrarán el sábado en Madrid su rechazo a las semillas transgénicas

Ganaderos, agricultores y ecologistas cántabros expresarán el próximo sábado, 17 de abril, en Madrid su "protesta contundente" a las semillas transgénicas, ya que en su opinión "perjudican" a la agricultura, a los consumidores y a la sociedad en general.

Por ello, piden que en la región haya "al menos" una moratoria ante el uso de estas semillas, como ocurre en Asturias, el País Vasco y 300 ayuntamientos españoles, así como en nueve países europeos, Francia, Italia o Gran Bretaña entre ellos.

Lo demandaron hoy el presidente del Consejo de la Agricultura Ecológica de Cantabria y secretario general de UGAM-COAG, Alejandro Mazorra; la responsable de transgénicos de Ecologistas en Acción, Isabel Bermejo; y Francisco Fernández, vocal del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Cantabria.

En rueda de prensa —a la que estaba prevista la asistencia de representantes de la Unión de Consumidores de Cantabria, pero que no han acudido debido al fallecimiento de la fundadora de la UCC, Ana Villazan Vega—, han hecho un llamamiento a la sociedad para que participen en la manifestación que se desarrollará el sábado en Madrid y para la que han habilitado dos autobuses gratis.

Saldrán a las 5 y 5.15 horas de Santander (Plaza de las Estaciones) y Torrelavega (rotonda Carrefour), respectivamente, y volverán en el mismo día.

Tras mostrar su rechazo a las semillas transgénicas, Mazorra precisó que no existen datos en el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM) respecto al uso de las mismas en Cantabria.

No obstante, apuntó que "se está sembrando mucho maíz forrajero pero no se está diciendo de qué tipo es". Por ello, ante la duda, pide que haya una moratoria en la Comunidad, donde "si no hay transgénicos aquí, mejor que mejor", apostilló.

Sobre el cultivo de este tipo de maíz, la representante de Ecologistas en Acción indicó que en España sí se cultiva, pese a que está prohibido en nueve países de Europa.

Añadió que aunque se destina fundamentalmente al consumo animal, se introduce de manera "indirecta" en la cadena alimentaria, "sin que el consumidor pueda decidir si lo quiere comer o no".

Respecto al etiquetado de los productos transgénicos, Bermejo puntualizó que en los de origen animal no es obligatorio que se especifique su procedencia, con lo que existe "un gran coladero" a la hora de introducir estos artículos en el mercado.

La ecologista criticó que en la producción de transgénicos se usan "técnicas muy agresivas" y opinó que la defensa que se hace de una "tecnología avanzada" y "alta eficiencia" está "muy lejos de la realidad".

Riesgos y estudios

Señaló al respecto que la manipulación genética genera "problemas y riesgos para la salud", y lamentó que haya "muy pocos estudios" sobre los efectos que esta práctica tienen sobre las personas, los animales y el medio ambiente. Así, se refirió a la existencia de organismos independientes que han detectado "daños en el sistema inmunológico".

Citó un estudio hecho en Australia, donde se detectó una "elevada" mortandad en ratones que se alimentaron con guisantes a los que se habían transferido información genética de judías y que desarrollaron una "alergia fortísima".

Bermejo rechazó que, por "presiones" de la industria, los "datos relevantes" de esos estudios se "escondan debajo del tapete" y se diga que "no hay daños para la salud".

Mazorra precisó que "cuatro" multinacionales "controlan" el 90% de la producción de transgénicos en todo el mundo, en un "paquete" en el que también se incluyen pesticidas, herbicidas y abonos.

Según dijo, en España hay 76.000 hectáreas donde se cultivan transgénicos, lo que "mueve mucho dinero". Además, consideró que nuestro país se convierte en "una tierra de experimentos", ya que hay países europeos en los que están prohibidos estos cultivos, insistió.

Propaganda perversa

También lamentó la "propaganda perversa" que se está haciendo y la "dependencia total" de los agricultores, que si plantan un año semillas transgénicas tienen que hacerlo en los sucesivos. Además, las hierbas que crecen alrededor de estos cultivos cada vez son más fuertes, por lo que "cada año" hay que emplear herbicidas más potentes o con mayores dosis de veneno. Respecto a los abonos, aseveró que ocurre lo mismo y cada vez hay que aportar mayores cantidades puesto que el terreno se "deteriora".

Por su parte, Francisco Fernández lamentó que les "vendan la película" de que este tipo de semillas y cultivos son la "solución" para quitar el hambre en el mundo o que producen "cosechas extraordinarias", un "discurso" que les "repiten muchas veces".

Frente a ello, reivindicó que los agricultores ecológicos tiene "el mismo derecho" a cultivar plantas autóctonas y a que éstas no sean "contaminadas" por las transgénicas.