C2-B5, el nuevo droide de Star Wars: Rogue One cuya foto acaban de aparecer, no tendrá nada de especial para quienes no profundicen en su historia: tan solo otro astromecánico hecho a semejanza de R2-D2. Bueno, lo mismo esto provoca algo de pena a quienes recuerden a Kenny Baker. Pero, si se echa un vistazo a la información que acompaña a la imagen, se acabará sintiendo gran tristeza por esta pobre criatura artificial: resulta que las unidades C2-B5 trabajan para el Imperio en sus nefastos proyectos (y, como esto es Rogue One, eso equivale a decir "en la construcción de la primera Estrella de la Muerte"), y, para evitar filtraciones de información, sus memorias son borradas sistemáticamente. Así pues, el pobre C2-B5 vive en un presente perpetuo, condenado a no saber que trabaja para la más feroz dictadura que ha conocido la Galaxia Muy, Muy Lejana. Esperemos que él y K-2SO, el droide desertor al que encarna Alan Tudyk, hagan buena amistad, y que C2-B5 acabe pasándole todos sus datos a Jyn Erso (Felicity Jones). O, al menos, que le pise el borde de la capa a Darth Vader, o algo.
Este es el nuevo droide de 'Star Wars: Rogue One'
La historia de C2-B5, un pequeño astromecánico al servicio del imperio, es de las que pondrían triste a cualquier inteligencia artificial
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