Cantabria

La Comisión Nacional de la Competencia reforzará el seguimiento de los contratos tipo en materia agrícola

La Comisión Nacional de la Competencia reforzará el seguimiento de los contratos tipo en materia agrícola por si pudieran suponer obstáculos a la competencia.

Así se acordó en el Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios celebrado ayer en Madrid y al que asistió el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad del Gobierno de Cantabria, Jesús Oria.

En el marco de esta reunión —en la que los consejeros de las comunidades autónomas se entrevistaron con el presidente de la Comisión Nacional de la Competencia, Luís Berenguer— el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) acordó reforzar los encuentros periódicos entre el departamento de Industrias Agroalimentarias y la Comisión de la Competencia para analizar qué aspectos pueden ser negociables.

En este encuentro, Luís Berenguer "puso en entredicho" ante los consejeros los modelos de contratos tipo firmados entre cooperativas ganaderas y las empresas y que fijan precios mínimos para determinados productos, —entre ellos la leche—, aunque aseguró que "no se pude hacer negociaciones colectivas sobre precios", según ha informado hoy el Ejecutivo cántabro en un comunicado de prensa.

A preguntas de algunos consejeros que entienden que en los precios de venta están incluidos los salarios de los agricultores y ganaderos, Luís Berenguer indicó que "todos los trabajadores emplean la negociación colectiva, para la cual existe una ley reguladora, mientras que en el sector primario no existe ninguna normativa que fije el salario de los trabajadores".

Consejo consultivo de política agrícola para asuntos comunitarios

El Consejo Consultivo centró el debate en el futuro de la PAC (Política Agraria Común) y las medidas de gestión del mercado después del 2013.

Los objetivos generales —como son el incremento de la productividad; la garantía de un nivel de vida equitativo; la estabilidad en los mercados; la seguridad de los abastecimientos; y el aseguramiento de los suministros agrícolas a precios razonables—, permanecen vigentes. Lo que sí se ha modificado es la forma de alcanzarlos, que ha ido evolucionando en función de los cambios sociales.

Así, la estimación de la FAO es que la demanda mundial de alimentos se va a incrementar de forma "notable". En concreto, para el año 2050, se calcula que será necesario alimentar a una población de más de 9.000 millones de personas, lo cual supone incrementar la producción de alimentos en un 70 %.

Este incremento en la demanda mundial de alimentos va a suponer un "auténtico desafío" al que debe dar respuesta la producción. Ello puede generar un aumento de la "inestabilidad" de los mercados, y situaciones de "incertidumbre" como las vividas en 2007 y 2008 con la escalada de precios de las materias primas.

"Esta situación de crisis y el fuerte impacto que la gran subida de precios ha tenido a lo largo de toda la cadena alimentaria ha devuelto a la agricultura y al medio rural su papel como sector estratégico a nivel mundial", subraya el Gobierno regional. En consecuencia, añade que la "función esencial" de suministro de alimentos seguros y producidos de manera sostenible "vuelve a situarse en los retos de futuro ante los que Europa no puede mantenerse ajena".

El Consejo Consultivo concluyó que éstos son algunos de los principales ejes de trabajo del semestre europeo de la Presidencia Europea y las líneas de actuación de los siguientes semestres "hasta que llegue el momento de la reforma integral de la PAC".

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