My French Film Festival 2012: Un festival de cine francés en tu casa

Seis recomendaciones para que no te pierdas lo mejor de la segunda edición del festival 'online' de Filmin dedicado al cine francés inédito. Por DANIEL DE PARTEARROYO
My French Film Festival 2012: Un festival de cine francés en tu casa
My French Film Festival 2012: Un festival de cine francés en tu casa
My French Film Festival 2012: Un festival de cine francés en tu casa

Todavía tienes 10 días para disfrutar de una atractiva selección de cine francés inédito comercialmente en nuestro país con el festival de cine online organizado por Filmin y Unifrance. La segunda edición de My French Film Festival dura hasta el 1 de febrero y está compuesta por 9 largometrajes en lengua francesa realizados en los dos últimos años y que, pese a su calidad, frescura y empuje, no cuentan con distribuidor en España, así como una decena de cortometrajes en la misma situación. Todos los filmes pueden verse por un precio único de 14’99 € o de forma completamente gratuita para quienes ya cuente con una suscripción Premium en el portal de cine online.

Cortos y largos compiten, cada uno en su categoría, por los premios de los Internautas, de las Redes Sociales y de la Prensa Internacional, para después pasar a ser programadas en los vuelos de Air France desde el 1 de mayo por un periodo de 6 a 9 meses. Entre las obras seleccionadas se encuentran trabajos sobresalientes de valores fundamentales del más novísimo cine francés, como Valérie Donzelli, Louis Garrel o Rébecca Zlotowski.

Para hacerte más fácil y placentero tu picoteo por la programación del festival, hemos preparado estas seis recomendaciones infalibles.

El pequeño sastre (Louis Garrel, 2010)

Sin ningún ánimo de "matar al padre", la obra detrás de las cámaras de Louis Garrel (Soñadores, Les amants réguliers) refleja el espíritu (y los espíritus) del cine de su padre Philippe. Este mediometraje de 45 minutos que presentó en la Quincena de Realizadores de Cannes y se vio en el Festival de Gijón demuestra que, aparte de un enérgico actor, Louis puede ser un realizador de gran sensibilidad. Aquí, con delicado blanco y negro y ensoñadoras elipsis, cuenta la micro-historia de un aprendiz de sastre que tendrá que elegir entre su compromiso profesional y una dedicación más acuciante: el irrefrenable amor hacia una actriz teatral interpretada por la deliciosa Léa Seydoux (volveremos sobre ella) que le quema las pestañas.

La reina de corazones (Valérie Donzelli, 2009)

La nueva estrella más refulgente de la constelación del cine galo se llama Valérie Donzelli: actriz, guionista y directora decidida a convertirse en una de las creadoras imprescindibles del cine europeo de esta década. Declaración de guerra, su segundo largometraje (tres premios en el Festival de Gijón: Mejor Película, Mejor Actriz y Mejor Actor), se estrena el próximo 10 de febrero en España y es un prodigio de cine libre, imaginativo y virtuoso que te dejará sin habla (garantizado). Pero ahora es el momento de entrar en contacto con su universo creativo gracias a La reina de corazones, su opera prima. Con un desparpajo inocente en el manejo de todos los recursos cinematográficos directamente transferido de las orillas de la Nouvelle Vague, Donzelli retrata las secuelas de una ruptura amorosa aprovechando al máximo esa preciosa energía que malgastamos al empeñarnos en autocompadecernos y convierte su filme en un eficaz revulsivo tanto para lo amargo del desamor como lo tedioso del amor.

Belle Épine (Rebecca Zlotowski, 2010)

¿Cómo sería una entrega de la saga Fast & Furious dirigida por Nicolas Klotz (La cuestión humana)? Seguramente no tendría nada que ver con esta participante en la Semana de la Crítica de Cannes, pero es una hipótesis que nos pone lo bastante cachondos como para no callárnosla. El caso es que el debut de Rebecca Zlotowski, visto en el Festival 4+1 y afortunadamente recuperado para MFFF, se ha visto relacionado más con la naturalidad contundente de Maurice Pialat, pero tiene suficiente autonomía para arreglárselas bien sin necesidad de padrinos. Léa Seydoux vuelve a brillar con fuerza como la adolescente Prudence, sola en casa tras la muerte de su madre y encaminada hacia un mundo de carreras de motos y vehículos de gran cilindrada en cuyas descargas de adrenalina espera encontrar el empuje para existir.

Pauline y François (Renaud Fély, 2010)

El amor puede nacer en los momentos más inesperados y complicados, pero si hay alguien con la sensibilidad y delicadeza de Renaud Fély para retratar el caldo de cultivo de los sentimientos, todo parece natural. Ese podría ser el gran triunfo de este melodrama campestre en el que Pauline, la garreliana Laura Smet, va a trabajar a un pueblo para dejar atrás su pasado y allí conoce a François (Yannick Renier) y, de rebote, a toda su familia, sin que el cúmulo de casualidades que construyen un relato no nos parezcan nunca más artificiales que la propia vida.

De amor y de agua fresca (Isabelle Czajka, 2010)

Historia de amor y road movie liberadora entresacada directamente de las páginas de sociedad en época de crisis. Julie (Anaïs Demoustier) es una joven veinteañera producto de nuestro tiempo: licenciada, preparada, con amplia experiencia en trabajos basura no relacionados con su titulación, contratos de prácticas descorazonadores y graves problemas para llegar a fin de mes o a atisbar algún tipo de futuro. Es entonces cuando el despreocupado Ben entra en su vida y todo podría cambiar.

Me gusta mirar a las chicas (Frédéric Louf, 2010)

Lo que por su título y primeros minutos aparenta ser una teen movie en la línea nostálgico-conciliadora de Supersalidos o, utilizando un referente francés también sobresaliente, Les beaux gosses, pronto se destapa como una más compleja crónica juvenil de los primeros 80. Primo es un adolescente de familia humilde y de provincias que intenta vivir el sueño de la vida parisina alternando los estudios con trabajos basura para sobrevivir. Pero, claro, no puede evitarlo y “adora a las pijas de su ciudad”. Cuando se enamora de una, se inventará una nueva identidad y hará toda clase de piruetas para que las diferencias de clase no sean un obstáculo entre ellos.

Estas recomendaciones no agotan el programa de My French Film Festival, donde también hay sitio para un clásico como La travesía de París (Claude Autant-Lara, 1956). Puedes ver todos los títulos incluidos en la web de Filmin.

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