Todo en una noche: 10 películas para perder el sueño

'Fiestones' interminables, deliberaciones entre la vida y la muerte, dramas románticos, paseos en taxi... Estos filmes demuestran que unas horas de oscuridad dan para mucho. Por YAGO GARCÍA
Todo en una noche: 10 películas para perder el sueño
Todo en una noche: 10 películas para perder el sueño
Todo en una noche: 10 películas para perder el sueño

¿Qué tal el fin de semana, cinemaníacos? ¿Habéis aprovechado el tiempo? Seguro que sí: algunos habréis pasado noches en blanco estudiando para los exámenes de febrero, y los más afortunados habréis podido elegir entre quedaros en casita (viendo pelis, claro) y salir por ahí, a ver qué podía ofreceros la vida nocturna. Nosotros hemos optado por esta última opción... Y, entre fiestón y fiestón, nos hemos acordado de esas películas que aprovechan unas pocas horas de oscuridad para contarnos historias apasionantes. Con todos vosotros, 10 películas que transcurren en una sola noche. Para que luego digan que no dormir es poco sano...

American Graffiti (1973)

Antes de hacerse rico con La guerra de las galaxias, George Lucas demuestra que es un director como la copa de un pino embarcando a una pandilla adolescente (con Richard Dreyfuss y Ron Howard a la cabeza) en una juerga loca antes de irse a la universidad. Su banda sonora, propulsada a base de rock'n'roll clásico, fue todo un hit.

Momento desvelado: La aparición, al volante, de un Harrison Ford muy macarra y muy secundario.

¡Jo, qué noche! (1985)

Cuando todos le daban por quemado, Martin Scorsese retrató la cara más noctámbula y menos amable de su Nueva York de su alma, obteniendo en el proceso una pequeña obra maestra. El currito Griffin Dunne comienza abordando a una chica en un bar, y antes de que se dé cuenta, lo que parece un ligoteo fácil se convierte en una inimaginable pesadilla con suicidios, persecuciones y sadomaso.

Momento desvelado: La irrepetible Fiesta de la Cresta en el Club Berlín. El propio 'Marty' se marca un cameo como operador de luces.

La noche de Halloween (1978)

¿El slasher por antonomasia? Probablemente. Siempre aficionado a ponerse limitaciones (en el tiempo, en el espacio y en el presupuesto), John Carpenter sacó el máximo partido posible a la 'Noche de Brujas', y a una máscara del Capitán Kirk pintada de blanco, para presentarnos al escalofriante asesino Michael Myers. Las secuelas, y el remake, están sujetos a opinión, pero esto es un pedazo de clásico.

Momento desvelado: La persecución final: Jamie Lee Curtis aprende, a su pesar, que nunca hay que dar por muerto a un asesino psicópata y con careta.

Antes del amanecer (1995)

Viena. Ethan Hawke. Julie Delpy. Y un guión fastuoso. Esos ingredientes fueron empleados por Richard Linklater en un filme que definió el drama romántico del cambio de siglo, y que abrió los ojos de más de uno (y de una) hacia un cine sencillo, eficaz y alejado de las superproducciones, todo ello gracias a un ajustado límite de tiempo. Antes del anochecer atardecer, su secuela de 2004, también es aprovechable.

Momento desvelado: Céline (Delpy) y Jesse (Hawke) bromean sentados en un café. Lo que empieza como un juego acaba como una confesión de lo inevitable.

La noche de los muertos vivientes (1968)

Esta no es la primera película de zombis de la historia, pero sí la que definió el género y (para bien, o para mal) condenó a George A. Romero a pasar el resto de sus días entre cadáveres putrefactos. El filme sigue asustando pese a los años y a la cutrez, y lo mejor de todo: puede verse entero en YouTube, al haber pasado al dominio público.

Momento desvelado: El final. No anticipamos nada por si los SPOILERS, pero baste decir que hay monstruos mucho peores (y reales) que los zombis. Y Romero lo sabe.

Supersalidos (2007)

El género de los filmes teen parecía haberse extinguido (aproximadamente, cuando a John Hughes se le acabó el talento), pero el productor Judd Apatow, el guionista (y cameísta) Seth Rogen y el director Gregg Mottola nos convencieron de que los años del acné aún daban de sí como para hacer una gran película. A primera vista, Michael Cera y Jonah Hill sólo quieren comprar priva para que les sirva de pasaporte a una fiesta, pero en el fondo se dirimen muchísimas más cosas, algunas muy poco cómicas.

Momento desvelado: Todas y cada una de las apariciones de McLovin (Christopher Mintz-Plasse) podrían pasar, pero nosotros preferimos el frotamiento sangriento de Hill con una de las asistentes a la juerga.

La jungla de cristal (1988)

Encabezados por Alan Rickman, un grupo de terroristas secuestra un rascacielos de Los Ángeles en plena fiesta de navidad. El edificio Nakatomi Plaza se convierte en una fortaleza inexpugnable y todo transcurre según el plan... Salvo un pequeño detalle: un policía llamado John McClane quiere reconciliarse con su mujer, y no está de humor para que nadie se lo impida. Antes de este filme, Bruce Willis era un actor cómico de TV. Después, fue un mito.

Momento desvelado: En pocas palabras: "Ahora tengo una ametralladora, Ho Ho Ho". Escrito con sangre.

12 hombres sin piedad (1957)

Te convocan como jurado en un juicio por asesinato: qué pesadez... Y qué mal rollo, porque resulta obvio que el acusado es culpable y hay que mandarle a la silla eléctrica. Para colmo, las horas pasan, y ese compañero que tanto se parece a Peter Fonda insiste en votar "inocente", arruinando la unanimidad y obligándote a repetir las consultas una y otra vez. Está claro que aquí se nos van a hacer las tantas.

Momento desvelado: Pensar que este filme, técnicamente perfecto, era el debut de un Sidney Lumet de 33 años escasos.

Noche en la tierra (1991)

Ay, este Jim Jarmusch, qué conceptual y que posmoderno que es. No le bastó rodar este filme con la premisa de su ambientación nocturna, sino que tenía que transcurrir en cinco ciudades distintas (Nueva York, Roma, París, Los Ángeles y Helsinki) y estar formado sólo por conversaciones entre cinco taxistas y sus respectivos clientes. ¿Una genialidad, o una tomadura de pelo? Ni sus fans se deciden.

Momento desvelado: El duelo interpretativo entre Gena Rowlands (tremenda señora) y una Winona Ryder encantadora y al volante.

Attack The Block (2011)

El ejemplo más reciente de este informe es también una de las películas que más nos sorprendió el año pasado. Y todo gracias al atraco sufrido por Joe Cornish (autor de este filme, y coguionista de Las aventuras de Tintín) a manos de unos chonis en un barrio periférico de Londres. Narrado a velocidad de vértigo, el filme no sólo nos divierte con su enfrentamiento entre delincuentes juveniles y "monos-lobo hijoputas del espacio exterior", sino que resulta una reflexión muy puñetera sobre la naturaleza del heroísmo.

Momento desvelado: El enfrentamiento entre un grupo de chicas muy chungas y un desafortunado alien. El patinaje sobre hielo tiene usos interesantes.

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