Así es como se preparaba los papeles un joven Robert De Niro: antes de rodar Taxi Driver con Martin Scorsese, el actor hizo todo lo posible para meterse en la piel de su personaje Travis Bickle. Eso no sólo incluyó estudiar grabaciones de soldados estadounidenses con acento del Medio Oeste para mimetizar sus expresiones y hacer que Travis hablara como ellos.
De Niro también llegó a sacarse la licencia de conductor de taxi de Nueva York para sentirse como un auténtico taxista. Trabajó detrás del volante 12 horas al día durante un par de semanas antes de empezar el rodaje de la película. Esta licencia auténtica, fechada el 31 de mayo de 1976, es una de las mejores reliquias detrás de las cámaras de Taxi Driver.
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