Sigüenza crea una ruta del pincho medieval

Nueve bares y restaurantes de Sigüenza (Guadalajara)  han inventado y confeccionado nueve tapas medievales que ponen a la venta todos los fines de semana de febrero al precio de dos euros (incluida caña de cerveza o vino), y porponen un delicioso itinerario gastronómico y cultural.

A lo largo de todo este mes, el público podrá degustar nueve exquisitas tapas medievales, frías y calientes, que se pueden comer en dos o en tres bocados a un precio módico. Por definición, ninguna de estas delicias incluye ingredientes posteriores a la conquista de América como la patata, el tomate, el maíz o las frutas tropicales.

Además del restaurante La Granja (Alcuneza/Sigüenza), la Ruta del Pincho Medieval seguntino tiene parada en la Posada de Mojares (Mojares/Sigüenza), que oferta su  Bocado del guerrero, a base de empanada de cordero asado aderezado con compota de manzana.

Sigue en la ruta el restaurante Milano I, donde se puede degustar su Frito de pollo asado relleno de nueces sobre crema de morcilla; y en el  Milano II, su pincho histórico Bacalao confitado en aceite de oliva virgen con salsa de azafrán. En el Café París,  el cocinero jefe ha creado una Eempanada medieval; y la cervecería Ademar incluye en su carta un pincho medieval de venado con setas y aroma de monte.

El Bar Tormes,  muy apropiadamente, ha denominado a su tapa Lazarillo, un canapé con crema de queso y anchoas; el Caldero de Sigüenza le ha dado al pincho el nombre propio de Nemo, puesto que su ingrediente principal es el atún rojo del atlántico con compota de manzana y cebolla caramelizada; y, finalmente, en el Gurugú de la Plazuela que ha inventado  el dulce del peregrino, una concha con una crema dulce cubierta por almendras, acompañada de limonada de Sigüenza.

No hay otro plan más apetitoso para el ocio de fin de semana en febrero.