Vizcaya

Un 57% de vascos cree que la llegada de más inmigrantes puede empeorar su seguridad personal, 9 puntos más que en 2008

Un 57 por ciento de los vascos cree que la llegada de más personas extranjeras puede empeorar su seguridad, 9 puntos más que en 2008, y un 49 por ciento considera que le puede afectar a la hora de acceder a una ayuda social, 7 puntos más que el pasado año. Sin embargo, el 53,8 por ciento se muestra en desacuerdo con que se expulse a los inmigrantes que se quedan en paro durante un tiempo, aunque el 60,5 por ciento se muestra favorable de la expulsión cuando cometan un delito, según los datos recogidos en el último barómetro Ikuspegi.

El director de Inmigración del Gobierno vasco, Miguel Angel Gonzalez, y el vicerrector de Investigación de la UPV, Miguel Anguel Gutierrez, acompados de los profesores de la UPV José Antonio Oleaga y Xabier Aierdi, presentaron hoy en Bilbao los datos del último barómetro Ikuspegi, elaborado por el Observatorio Vasco de la Inmigración, organismo impulsado por el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales en colaboración con la UPV.

Según estos datos, a la población vasca le preocupa especialmente que la llegada de personas extranjeras pueda afectarle negativamente en su seguridad personal o familiar. Así lo cree un 57 por ciento, frente al 48 por ciento que opinaba lo mismo en 2008. En ese sentido, los autores del estudio remarcan que "el ámbito trabajo es el que genera certidumbre y seguridad".

Un 49 por ciento cree que la llegada de más inmigrantes extranjeros, que suponen en la actualidad un 6 por ciento de la población total vasca, le afectará a la hora de acceder a una ayuda social (42% en 2008); un 45,8 por ciento considera que tendrá que esperar más en los hospitales (37% en 2008); un 41,2 por ciento teme que le afectará en el suelo (34% en 2008); un 40,8 por ciento dice que le perjudicará a la hora de encontrar trabajo (35,8% en 2008); y un 38,3 por ciento afirma que le será más difícil acceder a una vivienda (37% en 2008). Por el contrario, la llegada de extranjeros no parece suponer una amenaza para la calidad de enseñanza o identidad cultural.

La mayoría de la sociedad vasca, 53,8 por ciento, se muestra contraria a la expulsión de extranjeros que vienen a trabajar y se queden en el paro durante un tiempo, frente al 20,9 por ciento que se muestra de acuerdo.

Por otro lado, un 60,5 por ciento es partidario de expulsar del país a los inmigrantes que cometan cualquier tipo de delito, frente al 15,1 por ciento que opina lo contrario.

En este apartado, los autores de la encuesta consideran que la sociedad vasca parece aguantar bien la crisis económica, porque a la mayoría no le parece que quedarse en paro sea motivo para expulsar a las personas trabajadoras extranjeras. No obstante, la crisis "se nota" porque ha bajado la cifra de los "tolerantes" del 65,9 por ciento de 2008 al 53,8 por ciento de 2009.

Un 14 por ciento de los vascos opina que la relación entra la población vasca y la extranjera ha mejorado, un 63 por ciento cree que se mantiene igual y un 19 por ciento considera que ha empeorado.

Cuando se les pide a los encuestados que piensen en una mujer inmigrante, un 60,6 por ciento la asocian a un origen sudamericano, un 15,8 por ciento con un país del Norte de África y un 9 por ciento con Europa del Este.

En comparación con los vascos, un 68 por ciento de los encuestados ve a los extranjeros más "machistas", el 61 por ciento cree que son igual de honrados, el 53 por ciento igual de solidarios, el 56 por ciento igual de responsables, el 56 por ciento igual de trabajadores y el 64 por ciento igual de amables.

A los encuestados les parece bien que los inmigrantes abran restaurantes exóticos o extranjeros (64,8%); que abran comercios propios (61%); que tengan sus propios establecimientos de alimentación (56,9%); que hablen entre sí su propio idioma (50,3%); y que vistan con sus vestimentas (43,5%). Sin embargo, un 30,6 por ciento ve mal que construyan templos para sus religiones, un 28,2 por ciento se muestra contrario a que ocupen plazas y espacios públicos y un 47,7 por ciento rechaza que tengan centros de enseñanza propios.

Simpatia e integracion

La población vasca vincula el grado de integración atribuido con el grado de simpatía que sienten, de forma que los colectivos más cercanos cultural, política y socialmente son percibidos como más integrados y a los que se ve con mayor simpatía. Es el caso de las personas procedentes de la Unión Europea, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia o EE.UU.

La menor simpatía e integración atribuida se dirige hacia los colectivos del Magreb, Europa del Este y Asia, aquellos más lejanos cultural o socialmente y/o hacia los que se dirigen los mayores prejuicios.

Si los vascos tuvieran que decidir dónde vivir, a un 22 por ciento le gustaría hacerlo en un lugar en el que nadie fuera de una raza o grupo étnico distinto al de la mayoría de la población vasca. Un 5 por ciento optaría por un lugar en el que muchas personas fueran de una raza o grupo étnico distinto a la mayoría de la población vasca.

La mayoría, un 68 por ciento, viviría en un lugar en el que algunas personas fueran de una raza o grupo étnico distinto al de la mayoría de la población vasca. La conclusión, según los autores del estudio, es que la población vasca prefiere vivir en un barrio donde la mayoría de las personas que residan en él sean personas de su misma raza o grupo étnico y sólo algunas sean de una raza o grupo étnico distinto.

Una de cada cuatro personas vascas no tiene ninguna relación con personas de origen extranjero, y la mayor parte de la población vasca, en su tiempo libre, sólo se relaciona algunas veces con personas extranjeras. Con respecto al pasado año 2008, las relaciones de la población vasca con personas extranjeras en su tiempo de ocio van en aumento."PAPELES"

Un 56 por ciento de los vascos se muestra a favor de regularizar la situación "sólo" de los extranjeros que tengan trabajo, mientras que en 2008 sólo el 45,8 por ciento asociaba regularización a trabajo. El 16 por ciento es más partidario de regularizar a todos y un 9 por ciento apuesta por darles medios para que vuelvan todos a su país. Sólo el 10 por ciento opina que hay que expulsar a todos.

Con relación a las personas que solicitan refugio político, el 17 por ciento es partidario de acogerlas sin restricciones, un 52 por ciento apuesta por acogerlas si se comprueba que están perseguidas, un 12 por ciento hasta un número limitado y un 4 por ciento no acogerlas en ningún caso.

Por otro lado, la sociedad vasca está dividida entre los partidarios de restringir los servicios a la población inmigrante regularizada y quienes quieren extenderlos a toda ella, sobre todo en los servicios funcionales para su integración.

Gobierno vasco

El director de Inmigración destacó que "nos encontramos en un momento en que el confluyen, por primera vez en la historia reciente de nuestro país, la existencia de una crisis profunda con la presencia de un número significativo de personas inmigrantes que han ido recalando en nuestra sociedad en los últimos años".

Miguel Ángel González señaló que una de las preguntas que las instituciones se hacían es "cómo afectará la crisis al fenómeno de la inmigración" y destacó que "la crisis no ha tenido un impacto relevante en la opinión de la gente" y "no parece que haya una relación clara entre la existencia de una crisis económica y un empeoramiento de la opinión pública frente al fenómeno de la inmigración, quizá porque además de sufrir la crisis también nos damos cuenta de que las personas inmigradas sufren con especial dureza los efectos de la crisis".

González señaló la necesidad de "tener la mirada puesta en el medio y largo plazo y ser conscientes de que las personas inmigrantes han venido a Euskadi para formar parte de esta sociedad".