Cuidado con tu correo electrónico, puede echar por tierra tu candidatura a un trabajo

  • Lo mejor antes de la ‘@’: optar por el propio nombre acompañado, como mucho, por números.
  • Lo mejor tras la ‘@’: optar por un dominio propio.
  • Según un estudio, los reclutadores de personal optan, cada vez más, por esta criba en la fase inicial de la selección de candidatos a un puesto de trabajo.
  • En Francia, hace un par de años, se planteó el presentarlos sin nombre.

¿Es posible que tu candidatura a un puesto de trabajo esté condicionada por el correo electrónico que incluyes en tu currículum o el que empleas para enviarlo a una empresa? A tenor de un estudio realizado por el psicólogo industrial de la Universidad de Ohio, especializado en Recursos Humanos, Kevin Tamanini parece que es usado por muchos reclutadores como un filtro inicial, a partir del cual, realizan una primera criba de candidatos. Algo que resulta demasiado subjetivo quizá, pero también lo es el atractivo físico, por ejemplo.

En un artículo, publicado por Live Science y recogido esta semana por Microsiervos, leemos que el  correo electrónico puede encasillar al candidato, en función tanto de lo que lleva antes de la ‘@’ como de lo que va después.

El nombre de usuario anterior a la arroba suele corresponderse, habitualmente, a los nombres y apellidos del candidato (digamos que se trata del correo con una dirección más seria que se posee, o que se ha creado para la ocasión). Esta sería una fórmula sencilla de éxito. Modificar levemente el nombre, añadir algún número e, incluso, usar algún apodo no muy llamativo pueden valer. Tamanini propone, por ejemplo las fórmulas ‘nombre.apellido’, ‘inicial del nombre+apellido’ o ‘nombre+número’.

Entre los nombres de usuario ‘poco profesionales’ y destinados al fracaso estarían los apodos ‘frikis’, con connotaciones sexuales, referencias a la vida ociosa, gustos musicales, famosos idolatrados...

También señala que la alternancia de mayúsculas con minúsculas puede denotar creatividad, pero también poca seriedad, por lo que no es aconsejable.

Detrás de la arroba, aunque también es elección del candidato, existe mayor limitación. Tamanini señala que una dirección de correo con dominio propio, alejado de los habituales hotmail, yahoo o gmail, hace ganar puntos al candidato.

Registrar un dominio, algo que no es caro, puede facilitar a la empresa información acerca de las habilidades y competencias del candidato, que un correo genérico no aporta.

Tamanini concluye: “Una persona puede no tener control sobre sus genes, atractivo físico o raza, pero sí que puede elegir su correo electrónico”.

Sin nombre, en Francia

Ni edad, ni raza, ni sexo, ni incluso fotografía. Así se planteó una nueva forma de elaborar currículos en Francia hace un par de años. Lo que se pretendía es que personas con la misma formación y experiencia laboral tengan idénticas oportunidades de cara a un puesto de trabajo. La idea sugió a raíz de los disturbios que se produjeron en Francia a finales del año 2006, muchos de ellos provocados por jóvenes con dificultades de acceso laboral por su condición de inmigrante o hijos de inmigrantes.

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