"Comienza la película: por favor, enciende el móvil"

La polémica de los teléfonos portátiles en el cine vuelve a avivarse: una 'megasala' de 2.000 butacas que se proyecta en EE UU hará todo lo posible para que a sus usuarios no se les vaya la cobertura. Por CINEMANÍA
"Comienza la película: por favor, enciende el móvil"
"Comienza la película: por favor, enciende el móvil"
"Comienza la película: por favor, enciende el móvil"

Es un día festivo, tienes tiempo libre y decides ir al cine. Una vez pasado el trámite de recoger las entradas, y la inevitable cola para las palomitas y el refresco, ocupas tu butaca... Y compruebas que tu vecino de al lado está mandando un mensaje por el móvil. No sólo eso: hay varios de los asistentes que cuentan el directo la película vía Twitter, y otros que actualizan su perfil de Facebook, suponemos que adjudicándole al filme los "me gusta" de rigor. Estamos de acuerdo en que esto ya ocurre a menudo (demasiado a menudo) en salas de todo el mundo. ¿Cuál es la diferencia en nuestra hipótesis? Pues que a ti, cinéfilo, no te importa. Es más, es posible que tú también estés smartphone en ristre, escribiendo como un loco. Suena disparatado, pero podría ser real si se impone el modelo de negocio propuesto por el Tateuchi Center, una sala multimedia que se abrirá en 2014 en Bellevue (Estado de Washington, EE UU) y que pretende dotar a sus clientes con todas las facilidades para usar sus teléfonos móviles.

"Esta es la realidad para nuestro público objetivo", apunta a The New York Times John Haynes, futuro director del Tateuchi Center. Y prosigue: "Prohibír [el uso de móviles] y avergonzar a la gente por usarlos no es el camino". Porque el objetivo de este local, que contará con 2.000 butacas y cuya construcción costará alrededor de 120,9 millones de euros, es atraer a un público joven y muy enganchado a la tecnología. Toda una diferencia con respecto a cines como la cadena Alamo Drafthouse de Austin (Texas), cuya decisión de expulsar a los clientes que tirasen del móvil durante sus sesiones fue publicitada mediante un vídeo muy contundente, que creó cierta polémica en nuestra redacción. Para empezar, el Tateuchi Center estará dotado de un sistema de transmisión que asegurará que nadie se quede sin cobertura. Y, para seguir, la empresa planea repartir con la compra de la entrada unos filtros que mitigarán el destello de las pantallas, para que así estos no molesten a los vecinos de asiento más conservadores.

La idea desarrollada por el Tateuchi Center puede sonar prometedora para más de uno, pero no conviene excitarse mucho con ella. ¿Por qué? Pues porque, para empezar, ni siquiera es seguro que el teatro se inaugure en la fecha prevista: de la enorme suma que necesita el teatro para su construcción, 'sólo' se han reunido 46 millones de euros. Para seguir, el Tateuchi Center ni siquiera está proyectado para servir principalmente como un cine, sino como sala de conciertos. Y, como sabrán los melómanos, el uso de los móviles es mucho más habitual en estos recintos: otra cosa es que moleste o no al resto de usuarios. Finalmente, no faltan quienes comentan (como Germain Lussier en Slashfilm) que esta declaración de intenciones suena como una forma de captar al público joven. No olvidemos que, si bien algunos filmes han intentado aumentar su interactividad invitando al público a tirar de móvil, dichas iniciativas han formado parte de campañas de márketing: véase el ejemplo de Gru, mi villano favorito.

¿Prosperará el ejemplo del Tateuchi Center? ¿Se convertirá el uso del móvil en los cines en algo cotidiano? Dinos tu opinión en los comentarios.

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