La gran novedad en el abanico de motorizaciones de gasolina del compacto japonés es la mecánica 2.0 DISI de 151 CV. Además, dicha versión tiene el honor de estrenar el sistema de parada y arranque automático del motor que la marca denomina “i-stop”. Analizamos este nuevo y fructífero matrimonio que, comparado con el Mazda 3 de 150 CV, consigue rebajar el consumo de combustible… ¡un 14%!
En la considerable rebaja del gasto de carburante al que hacíamos referencia al inicio, tiene mucho que ver el i-stop, pero también es determinante el empleo de la inyección directa (para los que aún no lo sepan, en Mazda utilizan las siglas DISI - “Direct Injection Spark Ignition” para designar este concepto). La mecánica 2.0 de 150 CV emplea exactamente el mismo bloque motor pero, además de no poseer el sistema de parada y arranque automático, la alimentación es mediante inyección indirecta.
Como cualquier otro Mazda 3
En el interior tres cuartos de lo mismo, todo es exactamente igual que en sus hermanos de gama a excepción de la existencia de un nuevo botón en la parte izquierda del salpicadero con la leyenda “i-stop” (que se suma a los ya conocidos). Por su parte, el cuadro de mandos también acoge esta nueva función. En él se ilumina dicha leyenda en color amarillo y de forma permanente si hemos desactivado el sistema; cuando el dispositivo está activado y actuando con normalidad, sólo se ilumina al detenerse el motor, en este caso en color verde.
Las cuestiones como la habitabilidad, la calidad de acabados o el comportamiento dinámico del coche en general, tampoco varían en absoluto. Ya pudimos comprobar estos aspectos hace apenas unos meses, por lo que las impresiones aquí recogidas (o aquí) son perfectamente válidas para este modelo. Recordar, de forma muy breve, que se trata de un vehículo relativamente espacioso (sus cotas interiores son buenas y quizá su mayor defecto es la altura disponible en las plazas traseras), con unas terminaciones y un ajuste de las diversas piezas que da sensación de calidad y una respuesta en carretera donde destaca su aplomo y estabilidad.
Teoría
Hay dos baterías, la principal se encarga del suministro eléctrico general, mientras que la segunda está destinada de manera exclusiva a esta función. Además, el motor de arranque presenta ciertas peculiaridades frente al resto de modelos de la gama. Independientemente de esto, la clave radica en que la puesta en marcha de la mecánica está basada directamente con la inyección de combustible en el cilindro. La ignición inicial mueve el pistón y proporciona impulso al cigüeñal, por lo que el motor arranca en consecuencia. Con todo, la posición de los pistones, la apertura de válvulas, la inyección directa de gasolina y la inercia del cigüeñal se sincronizan con precisión asegurando un tiempo medio de encendido, según la firma japonesa, de sólo 0,35 segundos (afirman que ese registro es aproximadamente la mitad de lo que tarda un sistema “convencional”).
Básicamente, lo que hace a este sistema desarrollado por Mazda “especial”, es que el i-stop aprovecha las ventajas de la tecnología de inyección directa para volver a poner en marcha el motor después de una parada. De hecho, la marca sostiene que sólo puede ir asociado junto a mecánicas con este tipo de alimentación. En la oferta mecánica de gasolina del actual Mazda 3 sólo utiliza esta técnica el “recién” llegado motor 2.0 DISI de 151 CV. Las diferencias con el motor de 150 CV (que emplea inyección indirecta) son más que significativas en lo que a eficiencia se refiere.
Práctica
Son mecánicas silenciosas, se muestran elásticas, dan lo mejor de sí a partir de las 2.800 vueltas y evidencian cierta contundencia cuando pisamos el acelerador, aunque en ningún caso la sensación de empuje es especialmente notoria. Ahora bien, como decíamos unas líneas más arriba, al hablar de rendimiento y eficiencia las cosas cambian de la noche a la mañana como es natural. Los datos de la ficha técnica no dejan lugar a dudas, aunque en el apartado de consumo tenemos que decir que durante nuestro recorrido las cifras obtenidas fueron algo superiores a lo homologado. En un recorrido mixto alternando vías rápidas y tramos urbanos, el gasto medio de combustible fue de 7,2 litros a los 100.
Para finalizar, hay varias peculiaridades que convienen ser comentadas (habitualmente muy similares entre este tipo de dispositivos). En primer lugar, el i-stop no actúa cuando el motor aún está frío, cuando el sistema de climatización requiere energía para acondicionar el habitáculo o cuando detecta que alguna de las baterías presenta un nivel inadecuado de carga. Además, por seguridad y para que todos los elementos relacionados con ella permanezcan activos, la mecánica tampoco se detiene si el coche está en una pendiente muy pronunciada.
Equipamiento y precio
La terminación “Sport” se diferencia por un paquete exterior de corte deportivo que incluye paragolpes delanteros y traseros específicos y un spoiler para el techo (en las variantes Sportsedan, esto es, con carrocería de cuatro puertas, este spoiler va colocado sobre la tapa del maletero). Además, sólo con este acabado se puede optar a un paquete especial denominado “Premium” (1.500 €) que añade faros bixenón con iluminación adaptativa y un sistema de sonido envolvente con 10 altavoces firmado por el especialista Bose.
Resumen
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