Valencia

Los centros privados de Educación Infantil casi duplican a los públicos

La educación de los más pequeños todavía es territorio de los colegios privados, y la Comunitat Valenciana es buen ejemplo de ello. Los centros de Educación Infantil (etapa de 0 a 6 años, aún no obligatoria) siguen estando mayoritariamente en manos de empresas y de la Iglesia Católica.

Según se desprende de la estadística oficial de la Conselleria, el curso 2009/2010 ha empezado para los alumnos de Infantil con 185 centros públicos específicos de este ciclo, frente a los 321 que suman los concertados y privados.

Esta desproporción supone que los privados prácticamente duplican a los colegios de titularidad de la Generalitat, o lo que es lo mismo, el 63% del total de esta etapa están en manos privadas.

La explicación a esta tendencia está en la concesión de subvenciones a plazas privadas a través de conciertos y de becas a los alumnos para sufragar las plazas en guarderías privadas (etapa de 0 a 3 años) a través del bono-infantil.

La preponderancia de los centros concertados y de pago es una característica exclusiva de este nivel educativo, ya que a partir de Primaria tienen más peso los colegios e institutos públicos en cuanto a número y representatividad. No obstante, siguen siendo mayoría en la modalidad de varios niveles, es decir, de aquellos centros que aglutinan Primaria y ESO (37 públicos frente a 195 privados) o estos dos niveles unidos a Bachillerato y/o Formación Profesional (168 frente a 0).

«Debería ser gratis de 0 a 3 años»

La presidenta de la Confederación Asociaciones de Padres y Madres de alumnos de la Comunidad Valenciana «Gonzalo Anaya», Gemma Piqué, pide que los centros de 0 a 3 años sean de titularidad pública. «Prácticamente no hay ninguno, todos se dejan en manos privadas y se subvencionan con becas», añade. La representante autonómica de las asociaciones de padres destaca que de 4 a 6 años el problema es menor, porque la mayoría de colegios públicos tienen cubierta la etapa. Sin embargo, de 0 a 3 piden que sean de la Conselleria de Educación «para que los profesores salgan por concurso público y no sean contratados por empresas». También exigen una mayor participación de los padres en el desarrollo docente.