Tres cosas que te pasarán si ves la trilogía 'Tres colores'

Azul, Blanco y Rojo vuelven hoy a los cines de la mano de Wanda Films, que ha decidido reestrenar en salas la trilogía Tres colores de Krzysztof Kieslowki en homenaje al 20 aniversario de la muerte del magnífico cineasta polaco. Aquí puedes consultar en qué cines se proyectan.

Son tres largometrajes interrelacionados pero independientes, protagonizados por lo más granado del cine europeo de las últimas décadas –Juliette Binoche en Azul (1993), Zbigniew Zamachowski (actor fetiche de Kieslowski) y Julie Delpy en Blanco (1994), Irène Jacob y Jean-Louis Trintignant en Rojo (1994)–, cada uno consagrado –de forma no poco irónica– a los ideales políticos de la Revolución Francesa expresados según el color de rigor: azul para la libertad, blanco para la igualdad y rojo para la fraternidad.

Su presencia en los cines desde este fin de semana es una oportunidad ideal para recuperar estas películas en pantalla grande o dejarse maravillar por primera vez por su candor narrativo y las portentosas partituras de Zbigniew Preisner como banda sonora. Después de verlas, además de empezar a prestar más atención a cada contenedor de reciclado de vidrio que te encuentres por la calle, seguro que acabas haciendo estas tres cosas.

Mojar el azúcar 5 segundos en el café

Como Juliette Binoche en Azul. Ni un segundo más, ni un segundo menos.

Inventar tu propio lenguaje de signos secreto

Como Julie Delpy en Blanco. Un código que sólo tú y tu interlocutor entendáis.

Hacer pompas de chicle enormes

Como Irène Jacob en Rojo. Cualquier parecido con Amélie Poulain no es pura casualidad, pero nadie nos oirá reconocerlo.