Barcelona

Junqueras dice que "muy poca gente" le abucheó y defiende que "todo el mundo puede silbar a quien crea"

Junqueras, en la protesta.
AGENCIAS

El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha asegurado que fue "muy poca gente" la que le abucheó y silbó durante la concentración convocada contra la cumbre hispano-francesa de este jueves. 

En una entrevista en Catalunya Ràdio, ha subrayado que solo eran "cuatro o cinco personas". 

De todos modos, ha defendido que los silbidos y las protestas "forman parte del ejercicio democrático" y ha dicho que quienes se quejaban son personas que están "legítimamente tristes, decepcionadas y preocupadas".

"Me parece muy bien que todo el mundo silbe tanto como crea oportuno y a quien le parezca oportuno, no veo inconveniente", ha insistido. 

Por su parte, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha dicho a TV3 que los silbidos a Junqueras solo fueron "una anécdota" de la concentración.

Torrent dice que los gritos son "totalmente injustos"

El conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, considera que los gritos que recibió Junqueras fueron "totalmente injustos". 

Así lo ha defendido en una entrevista en 'Radio 4' y 'La 2', donde ha remarcado que el líder de los republicanos estuvo tres años en la prisión "para defender unos determinados principios políticos" y ha asegurado que los silbidos fueron por parte de una "minoría". "No contribuiré a elevar a categoría una minoría", ha sentenciado. 

Aun así, ha considerado que es "saludable" que haya "miradas y opciones diferentes" dentro del movimiento independentista.

Iceta: "Están más débiles y más enfrentados que nunca"

El ministro de Cultura, Miquel Iceta, cree que la manifestación de este jueves a las puertas de la cumbre hispanofrancesa dio "la medida exacta" del estado del independentismo: "Están más débiles que nunca y más enfrentados que nunca". 

"Si lo que querían era dar un golpe de efecto, bien es verdad que se equivocaron y se dieron un disparo en el pie", ha sentenciado en una entrevista en Onda Cero. 

Iceta también ha negado taxativamente que la Moncloa y el gobierno de la Generalitat hubieran pactado la ausencia de Aragonès en los himnos después de la recepción oficial, y ha reprochado al presidente de la Generalitat que no hiciera "como Pujol, Maragall y Montilla" e intentara estar presente a la cumbre.