Internacional

Varios organismos denuncian la violación de los derechos humanos en Honduras

Policías y militares, durante un desalojo de los seguidores de Zelaya en una carretera de Honduras.
AGENCIAS

Diversas organizaciones internacionales han denunciado la vulneración de los derechos humanos en Honduras, tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio, en el que el presidente Manuel Zelaya fue depuesto y expulsado del país por un grupo de políticos encabezados por Roberto Micheletti.

Y es que, según denuncia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuatro personas han sido asesinadas desde entonces en actos de protesta contra el nuevo gobierno de Micheletti, en los que "han proliferado las palizas y las detenciones en masa" contra la oposición a éste.

La CIDH, que ha exigido una investigación exhaustiva de estas muertes, ha confirmado la “existencia de un patrón de uso desproporcionado de la fuerza pública, detenciones arbitrarias y control de la información”. Asimismo, la Comisión denuncia “la represión ejercida contra las manifestaciones a través de la colocación de retenes militares, la aplicación arbitraria de toques de queda, detenciones de miles de personas y tratos crueles, inhumanos y degradantes”.

También Amnistía Internacional (AI) ha expresado su preocupación por la garantía de los derechos fundamentales en este país centroamericano. Así lo subraya Esther Major, investigadora de AI sobre Centroamérica. “Las detenciones y malos tratos se están empleando como forma de castigo contra quienes se oponen al gobierno de facto, y son un elemento disuasorio para quienes contemplan la posibilidad de echarse a la calle para mostrar pacíficamente su descontento con la situación política que vive el país”, afirma Major.

Brutalidad y censura informativa

AI pone de relieve también la violencia empleada contra los manifestantes por la Policía y el Ejército hondureño, y recoge en su web imágenes de la brutalidad utilizada. También otras organizaciones como Human Rights Watch han criticado en diversas ocasiones la “fuerza excesiva contra manifestantes” empleada por el régimen hondureño.

Tanto la CIDH como AI dedican especial atención a las amenazas y agresiones a periodistas que trabajan en Honduras, la confiscación de equipos y al cierre de medios de comunicación para impedir la emisión de informaciones contrarias al nuevo gobierno.