'Victim': la otra 'piel que habito'

[SPOILERS]En 2010, esta película canadiense desarrolló un argumento casi idéntico al del último filme de Almodóvar. ¿Plagio o coincidencia? Ninguna de las dos cosas... Por YAGO GARCÍA
'Victim': la otra 'piel que habito'
'Victim': la otra 'piel que habito'
'Victim': la otra 'piel que habito'

[ADVERTENCIA: Esta noticia contiene ENORMES 'SPOILERS' tanto de 'Victim' como de 'La piel que habito'. Si estás planteándote ver una de estas películas, o ambas, te recomendamos que dejes de leer inmediatamente. Avisado quedas]

A Pedro Almodóvar le gusta mucho la lectura. De hecho, todas sus películas suelen estar repletas de easter eggs culturales de diversa índole, desde los guiños a Roald Dahl y sus Relatos de lo inesperado en ¿Qué he hecho yo para merecer esto! hasta la sobredosis de Tennessee Williams que supuso Todo sobre mi madre. Por ello, nadie se sorprendió cuando el manchego planeó su filme de 2011 como una adaptación literaria. En concreto, de Tarántula, un thriller del francés Thierry Jonquet tan breve (cerca de 200 páginas en su edición española) como espeluznante. La película, que se titula (como sabéis) La piel que habito, ya está estrenada, y en la blogosfera muchos han señalado su parecido con Victim, película canadiense de 2010 firmada por Matt Eskandari y David M. Pierce. Algunos, incluso, acusan de plagio a nuestro director más internacional. ¿Por qué?

Para empezar, porque el hecho en torno al cual giran la trama de ambos filmes es, básicamente, idéntico: [SPOILERS] la venganza de un cirujano plástico (Antonio Banderas, en La piel que habito, Bob Bancroft en Victim) contra el presunto violador de su hija, al que secuestra, tortura salvajemente y acaba sometiendo a una operación de cambio de sexo. [/SPOILERS]. Esto, en cuanto a su planteamiento, porque el tono de ambas películas no podría ser más distinto. Mientras que la película de Almodóvar emplea su habitual remesa de saltos temporales y sobredosis esteticista, Victim es un festín de torture porn, comparable muy lejanamente con la saga Hostel, en el que la violencia ocupa el primer plano de la narración. Compruébalo viendo su tráiler, aunque avisamos que constituye un ENORME 'SPOILER' en sí mismo.

¿Te has recuperado ya de ese último plano, lector? Pues proseguimos. Como deja entrever el tráiler, la transformación en mujer del protagonista de Victim está protagonizada por el actor Stephen Weigan, que acaba convertido en una mujer transexual operada de forma más bien grotesca y chapucera. Mientras que en La piel que habito Almodóvar es algo más clemente y (experimentos del mad doctor mediante) reemplaza al actor masculino (Jan Cornet) por la curvilínea Elena Anaya. Por otra parte, el argumento de la película canadiense se centra en el proceso de humillación del/la protagonista, mientras que la película española desarrolla una trama mucho más compleja. Y con un señor disfrazado de tigre.

Pero vayamos al grano, ¿es La piel que habito un plagio de Victim? Podemos descartarlo desde ya: según revela este comentario del blog Polidistorsión, la web Diario cultura ya habló del futuro rodaje del filme de Almodóvar en 2007, cuando el director contaba con Penélope Cruz como protagonista femenina y afirmaba que Banderas, por cosas de agenda, no estaría en el reparto. Otras referencias similares se encuentran, con la misma fecha, en páginas bien documentadas como El Séptimo Arte. Dado que la producción de Victim es de 2010, el manchego queda fuera de toda sospecha. Pero los que no se libran son Matt Eskandari y David M. Pierce.

¿Por qué? Pues porque, pese a contar con un argumento idéntico al de la novela Tarántula, el nombre de Thierry Jonquet no figura por ninguna parte en los créditos de Victim, cuyo guión aparece firmado en solitario por Michael Hultquist y Robert Martinez (datos de iMDB). ¿Demasiadas coincidencias? Pues sí: puede que, aprovechando este mediano revuelo, los herederos del escritor francés (que falleció en agosto de 2009) emprendan acciones legales contra los responsables de la película canadiense. Pero esa es una polémica a cuyo fuego no queremos añadir más leña: afortunadamente, no hemos pasado por el quirófano del doctor Ledgard...

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