Toda la vida con la misma cantinela pegada a la oreja: vas a perder el último tren. Y toda la vida cometiendo exactamente los mismos errores, sólo por no perder ni un puñetero tren.
Estoy reventado. No tengo ni treinta años y ya no puedo más. La historia de los últimos trenes me ha dejado exhausto. He cogido absolutamente todos y no he llegado a la última parada de ninguno. ¿Por qué no me avisaron de que en realidad se trataba justamente de eso, de hacer el viaje entero?
Ya sólo quiero mirar cómo pasan los trenes y a ser posible perderlos todos.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios