¿Afecta al cine la marcha de Apple de Steve Jobs?

El recién dimitido fundador de Apple ha sido una figura influyente en el mundo de la tecnología, y también en el del celuloide. ¿Qué ocurrirá tras su retirada? Por YAGO GARCÍA
¿Afecta al cine la marcha de Apple de Steve Jobs?
¿Afecta al cine la marcha de Apple de Steve Jobs?
¿Afecta al cine la marcha de Apple de Steve Jobs?

Ególatra. Genio. Innovador. Tirano. Steve Jobs, fundador de Apple Inc., se ha ganado todos esos epítetos (y algunos más) durante su larga carrera. Y sospechamos que los seguirá acumulando pese a su dimisión, anunciada ayer, como presidente ejecutivo de la casa de la manzana. Motivada por problemas de salud (el magnate padeció un cáncer de páncreas en 2004, y nunca se ha recuperado del todo), o bien por otras razones, la ausencia de Jobs dejará un hueco difícil de llenar, no sólo en la compañía que él mismo creó en 1976, sino en el mundo empresarial sin distinción de sectores.

Una figura capital del mundo de la informática, con 230 patentes a su nombre como inventor, el 'Megalómano de Silicon Valley' han cambiado la vida cotidiana de todos los usuarios de ordenadores, maqueros o no... Y también la historia del cine. Y no lo decimos sólo porque John Lasseter y Francis Ford Coppola estén enganchados a sus inventos (que lo están). Aunque nunca haya dirigido una película, y sus créditos como productor sólo aparezcan en un filme, la influencia de Jobs sobre las cosas del celuloide ha sido capital. Por ello, nosotros nos preguntamos, ¿cómo será el cine después de Steve Jobs?

¿Qué será de Pixar?

Decíamos que Jobs sólo ejerció de productor en una película. Pero qué película: nada menos que Toy Story. En 1986, tras su primer (y efímero) abandono de Apple, el magnate fue responsable directo de la creación de Pixar, comprando lo que entonces era el departamento de animación digital de Lucasfilm para así aprovechar el talento de sus trabajadores, como John Lasseter y el cerebro tecnológico de la casa, Ed Catmull. Inicialmente destinada a la producción de hardware gráfico, la compañía tuvo unas pérdidas millonarias en sus primeros años, hasta el punto de que Jobs se planteó vendérsela a Microsoft, la empresa de su eterno rival Bill Gates. Afortunadamente para nosotros, el magnate perseveró, fomentando su aspecto creativo... Y a la vista están los resultados. Según Lasseter, Jobs proyectó personalmente el estudio de Pixar en Emeryville, ese lugar donde todos querríamos trabajar, y siempre se ha portado bien con la casa del flexo, evitando las intromisiones y dejándola trabajar a su aire. ¿Qué pasará con el estudio, ahora que su mentor e impulsor está en vías de jubilarse?

¿Y qué pasa con Disney?

Ya te avisamos de que Steve Jobs es más influyente en el cine de lo que parece. Por lo pronto, la compra de Pixar por Disney en 2006 convirtió al hombre de la manzana en el mayor inversor individual de The Walt Disney Company, con un 7% de las acciones en su cartera. El legendario mal carácter de Jobs estuvo a punto de dar al traste con el acuerdo (y de hecho lo hizo, en 2004, tras una bronca con el entonces jefe de Disney Michael Eisner), pero su entrada en la compañía supuso para esta una segunda juventud, incorporando a John Lasseter como director creativo y acabando con el eterno reciclaje de sus glorias pasadas. Ahora que Jobs deja de dedicarse a Apple a tiempo completo, puede que el staff de Disney sea el próximo en sufrir su 'inimitable' estilo como gestor, basado en presionar a sus empleados hasta más allá de lo soportable.

¿Continuarán los 'product placements' de Apple?

Logotipos reconocibles al instante, diseños impecables, anuncios legendarios como el de Ridley Scott en 1984 (para promocionar el primer Macintosh)... Steve Jobs siempre ha sido consciente de que un producto sin defectos no vale nada sin una imagen poderosa. Y eso incluye el emplazamiento de sus productos en filmes de todo tipo: según datos de brandchannel citados por The Huffington Post, un 30% de las películas que llegaron al número 1 de la taquilla en EE UU en 2010 mostraban productos Apple en sus fotogramas. Un relativo descenso, porque en 2009 la cifra subía a un 44%. Forrest Gump convirtiéndose en accionista de "una frutería" sin proponérselo, Carrie Bradshaw (Sexo en NY) escribiendo sus columnas en un Mac, los chats jugueteros en los spots de Toy Story 3, son sólo algunos ejemplos. Los sucesores de Jobs tendrán que decidir si continuarán con esta ofensiva visual, o si se centrarán en otras formas de promoción.

¿Se aclarará de una vez quién inventó los 'tablets'?

La más reciente disputa entre Jobs y una compañía rival tuvo un inusitado tercero en discordia: Stanley Kubrick. En plena batalla de patentes con Samsung sobre la propiedad de las pantallas táctiles y los terminales de diseño plano, la compañía coreana alegó recientemente que, antes del iPad y del Galaxy Tab, los tablets ya habían sido proyectados... En 2001: Una odisea del espacio, la película de Stanley Kubrick, que muestra a los astronautas de la Discovery manejando dispositivos de diseño muy similar. El argumento (que coincidió con el bloqueo de las ventas del Galaxy Tab en Europa) era totalmente interesado, pero plantea un enigma muy peculiar. Tal vez Jobs acabe reconociendo que su último producto estrella fue concebido, hace mucho tiempo, en una sala de cine... Pero lo dudamos.

¿Cómo será el nuevo 'Final Cut Pro'?

Una de las razones de la popularidad de los Macs es que disponen de una aplicación para cada cosa, con su correspondiente alternativa profesional (es decir: más cara). ¿Que GarageBand se ha quedado pequeño para tus proyectos musicales? Pues te rascas el bolsillo y te compras el Logic Studio. ¿Que quieres montar un largometraje con herramientas profesionales? Pues toca actualizarse del Final Cut al Final Cut Pro, un programa que ha merecido elogios de Walter Murch, el hombre que unió las imágenes y el sonido de Apocalypse Now. La última versión del programa, Final Cut Pro X, ha recibido drásticas críticas de algunos usuarios por los cambios en el diseño original: ¿seguirán padeciendo los cineastas maqueros estas innovaciones tan repentinas, o las aguas volverán a su cauce con Jobs fuera de juego?

¿Rodarán una secuela de 'Piratas de Silicon Valley'?

Considerada por muchos la mejor película sobre el mundo de la informática, este telefilme de 1999 retrataba la lucha entre Steve Jobs y Bill Gates, encarnados por dos de esos jóvenes prodigios de los 80 a los que recordábamos la semana pasada: el ultranerd Anthony Michael Hall (Gates, cómo no) y el más estiloso Noah Wyle como el hombre de la manzana. Ahora que Gates está más retirado que nunca de la vida pública, y que Jobs parece decidido a abandonar el primer plano empresarial, sería el momento perfecto para retomar la historia y mostrar la rivalidad histórica entre sus compañías, con ambos protagonistas hechos unos magnates. ¿Alguien se anima a producirla?

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