El Parque Natural de Somiedo es uno de los parajes de gran belleza y riqueza natural que se puede encontrar en Asturias. Dentro de él, algunos rincones se convierten en completos monumentos naturales y ofrecen vistas y paisajes que no dejan indiferente a ningún visitante.
Es el caso del Lago de la Cueva que, junto con el Lago de Cerveriz y el Lago Negro-Calabazosa, los conocidos como Lagos de Saliencia. Los tres forman parte del Conjunto Lacustre de Somiedo, declarado Monumento Natural.
¿Cómo es el Lago de la Cueva?
Este lago tiene una cuenta completamente cerrada, por lo que las vistas se limitan al inmenso cuenco, tal y como informan desde la web de turismo de Asturias.
La mitad oriental de esta cuenca conserva su carácter pastoril, mientras que la cara norte es por donde tiene acceso la pista minera, por lo que está aterrazada artificialmente y se utiliza como lugar de acampada espontánea por los visitantes. Esta misma zona dispone de una fuente y una gran superficie donde pueden aparcar los vehículos.
El Lago de la Cueva recoge las aguas de varios afluentes, por lo que es posible la existencia de algún afluente que mane por debajo del nivel normal de las aguas, según explican en la mencionada página.
Además, el lago cuenta con tres compuertas para regular su volumen, una para controlar el agua que llega del Lago Negro y dos para controlar el desagüe a la Malva.
Para acceder al lago, se puede hacer a través de la ruta P.R. AS-15, conocida como Ruta de los Lagos, que comienza en el Alto de la Farrapona. Una vez que se llega al lago, se puee continuar el camino ascendente por la misma pista hasta llegar a un alto desde donde surge el siguiente camino para llegar al Lago Calabazosa y otro hacia el Lago Cerveriz.
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