Vuelven las hombreras de los ochenta

Los pantalones pitillo, los 'leggins', las zapatillas Victoria, las camisetas anchas o las cazadoras de cuero ya están en la calle pero, en breve, otro icono de la moda ochentera regresará a los armarios de los españoles: las hombreras.

Las diseñadoras coruñesas María Barros y María Freyre -que participaron en la última edición de Cibeles Madrid Fashion Week- reconocen, tras analizar las tendencias expuestas en la pasarela madrileña, que la década de los años 80 será la gran triunfadora para la próxima temporada otoño-invierno.

En 2007 las hombreras hicieron un amago de volver a las pasarelas, pero no acabaron de cuajar en la calle y en los escaparates, pero ahora parece que lo intentan con más fuerza.

Amaya Arzuaga o Duyos también jugaron con los hombros marcados en Cibeles. Algunos diseñadores internacionales, como Donna Karan o Marc Jacobs, ya apostaron en la última Semana de la Moda de Nueva York por el regreso de chaquetas, blusas o cazadoras que permitan marcar profundamente los hombros.

Las hombreras dejan de esconderse en los abrigos y 'blazers': quieren hacerse notar en muchas prendas. Desde luego es un complemento que sienta estupendamente a las mujeres que buscan realzar una cintura estrecha, ya que dan al cuerpo un aire más equilibrado, pero todo dentro de unos límites, que algunos han decidido saltarse.

En Madrid, Amaya Arzuaga apostó por las hombreras en unas vestimentas asimétricas en el que una de ellas se exagera con mucho volumen uno de los hombros; Victorio & Luchino también exagera en algunas de sus chaquetillas ceñidas la presencia de este elemento, mientras que Carmen March apostó por un estilo años cuarenta en el que tampoco faltaron estos elementos.

No es necesario ponerse como Melanie Griffith en Secretaria ejecutiva, pero una característica que se ha mantenido constante en varias colecciones ha sido el uso de las hombreras, o al menos, los hombros fuertes y bien destacados.

Démosle una oportunidad, afinan la silueta y si no se tiene el cuello demasiado corto, “arman” el cuerpo. Aparte, son una interesante combinación de fuerza y feminidad.