Barcelona

Coger olas cuando ondea la bandera roja, la eterna lucha del surfista en Barcelona

Dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona se dirigen a los surfistas para que salgan del agua debido a la mala mar.
FEDERACIÓN CATALANA DE SURF

Los surfistas en las playas de Barcelona ya están más que acostumbrados a los silbatos de la Guardia Urbana cuando hay bandera roja. Significa que deben salir del agua. La señalización prohíbe que los bañistas entren al mar, pero ellos no se están bañando, se defienden, sino que están practicando un deporte que requiere, precisamente, de una mala mar que origine fuertes oleajes. Parece que esto la policía no lo comparte y ha generado las quejas de muchos deportistas que se acercan a las playas a hacer este deporte cuando el tiempo no acompaña.

"Nosotros necesitamos unas condiciones determinadas para hacer surf", apunta a 20minutos.es el presidente de la Federación Catalana de Surf, Carles López. El surfista comenta que el colectivo se siente incomprendido ante el veto de Barcelona para dejar que surfeen libremente a pesar de la alerta roja. "En el Mediterráneo no tenemos mareas normalmente y si no hay temporal difícilmente habrá olas", explica.

"En el Mediterráneo no tenemos mareas normalmente y si no hay temporal difícilmente habrá olas"

Hay por tanto un vacío legal entre quién puede hacer qué cuando ondea la bandera roja, algo que López atribuye a la "falta de conocimiento sobre el tema" y a la "falta de comunicación entre administraciones"

"Entendemos que la bandera roja es por seguridad, pero no es lo mismo un surfista que un bañista", justifica.

Sin embargo, están de acuerdo en que los agentes vigilen que se cumplan todas las medidas de seguridad cuando haya la señalización roja: si disponen de una licencia federativa, si llevan el leash atado a la pierna, que sirve para recuperar la tabla tras caer o para tener un elemento de flotación siempre a mano, e incluso que controlen el aforo de personas en el mar"Es un deporte de riesgo, lo sabemos", insiste el presidente de la federación, que a su vez recuerda que siempre van "con cuidado".

"Nosotros necesitamos unas condiciones determinadas para hacer surf"

Otras localidades catalanas como Badalona, Castelldefels o Palamós, en cambio, sí que permiten que los deportistas se adentren en el mar a pesar de que las playas estén cerradas al baño y, según Lopez, los ayuntamientos de estos municipios se han puesto en contacto con la federación para atender sus peticiones e interesarse por su situación en la capital catalana.

Un grupo de surfistas en la playa de la Barceloneta durante el temporal del pasado viernes.
MIQUEL TAVERNA

"El problema es Barcelona", asegura el presidente de la federación. Pero hay un inconveniente, y es que, el confinamiento municipal no permite salir del lugar de residencia. Así, se ven limitados para poder surfear en las playas de la ciudad.

En estos últimos días los problemas que han tenido han sido relacionados con los temporales que han azotado la costa catalana, como las borrascas Filomena y Hortensia. Sin embargo, no es algo aislado. 

En verano, en primavera y en otoño también tienen problemas, en muchas ocasiones, derivados del mal estado del mar

La Federación Catalana de Surf está a la espera de tener una reunión con el Ayuntamiento de Barcelona para definir un marco de actuación que no penalice a los surfistas

"Cada vez hay más aceptación de la cultura surf"

Miquel Roigé fue testigo de una de estas actuaciones de la Guardia Urbana hace cerca de dos semanas, cuando la borrasca Filomena cayó de pleno en Barcelona. Él acababa de salir del agua con su tabla cuando vio que varios agentes se acercaban a la arena para advertir al resto de sus compañeros de que salieran, de acuerdo con la bandera roja que ondeaba detrás de ellos. En este caso, todos obedecieron porque "ya era tarde y el mar tampoco estaba demasiado surfeable".

Aun así, reconoce que cada vez es más inusual que los policías se acerquen para echarlos del agua. Ahora ya no hay tanta polémica como había hace seis años porque ya hay más aceptación de la cultura surf, asegura el deportista. 

Años atrás, dice Roigé, "sí que es verdad" que a los surfistas se les metía en el mismo saco que a los bañistas, pero con el tiempo "van aprendiendo" y ven que "apenas hay accidentes"

Ahora, la Federación Catalana de Surf ha solicitado mantener una reunión con representantes del consistorio para definir un marco de actuación que no penalice a los surfistas que quieran coger olas a pesar de la bandera roja. Aún están a la espera de una respuesta.