Los lobos huargos existieron: un equipo de científicos ha secuenciado el ADN de los lobos gigantes de Juego de Tronos

Fantasma, el lobo de Jon Nieve, es el único de los seis que vemos hasta le final de la serie.
Fantasma, el lobo de Jon Nieve, es el único de los seis que vemos hasta le final de la serie.
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Fantasma, el lobo de Jon Nieve, es el único de los seis que vemos hasta le final de la serie.

Viento Gris, Dama, Nymeria, Verano, Peludo y Fantasma. Estos seis pequeños lobos de la familia Stark enamoraron a los espectadores de Juego de Tronos en el momento que aparecieron en la pantalla. Pero se hicieron grandes y -ojo, spam- se nos fue rompiendo el corazón al verlos morir uno a uno. Solo el de Jon Nieve siguió con nosotros hasta el último capítulo.

Para los fans de la serie, los ‘dire wolves’ -en español traducido como ‘huargos’- son muy queridos, así que se alegrarán de saber que estas criaturas no son mitológicas ni mucho menos: un equipo de científicos ha logrado secuenciar el ADN de estos lobos gigantes y ha publicado los resultados de la investigación en la revista Nature.

¿Qué sabemos de los ‘huargos’? Eran grandes cánidos y se han descrito habitualmente como una especie hermana del lobo gris, pero la investigación dice que eso no es cierto en absoluto. Podían llegar a pesar casi 70 kilos y se han encontrado restos en América del Norte de hace 250.000 a 13.000 años, lo que significa que al menos hace trece milenios que se extinguieron.

“Otras especies de cánidos que estuvieron presentes en el Pleistoceno tardío de América del Norte incluyen el lobo gris ligeramente más pequeño, el coyote mucho más pequeño y el dhole o perro salvaje asiático, aunque parece que los ‘dire wolves’ fueron más comunes en general. Por ejemplo, más de 4.000 individuos han sido excavados solo en los pozos de alquitrán de La Brea, en Los Ángeles (California), donde superan en número a los lobos grises más de 100 veces”, dice el estudio.

Para resolver su historia evolutiva, el equipo analizó 46 especímenes subfósiles para detectar la presencia de “ADN genómico conservado”, identificando cinco muestras -que datan de entre 12.900 y más de 50.000 años atrás- que poseían suficiente ADN endógeno para el estudio.

La principal conclusión de este equipo de 49 investigadores fue que los ‘dire wolves’ se separaron de otros lobos hace unos 5,7 millones de años. De hecho, los científicos descubrieron que eran tan diferentes de otras especies caninas que ni siquiera habrían podido reproducirse entre sí.

La principal hipótesis para explicar su extinción es que, debido a su mayor tamaño corporal en comparación con los lobos grises y los coyotes, los ‘huargos’ estaban “más especializados en la caza de presas grandes y no pudieron sobrevivir a la extinción de sus presas de la megafauna”.

Los ‘huargos’ “siempre habían sido una representación icónica de la última Edad de Hielo en las Américas y ahora un ícono de la cultura pop gracias a Juego de Tronos, pero la información sobre ellos se limitaba a lo que se podía determinar a partir del tamaño y la forma de sus huesos y dientes”, dice en un comunicado Angela Perri, arqueóloga de la Universidad de Durham y autora principal del artículo.

Con este primer análisis de ADN antiguo de los ‘dire wolves’, han podido revelar que la historia de estos animales “que creíamos conocer”, en particular “una relación cercana con los lobos grises”, es en realidad “mucho más complicada de lo que creíamos anteriormente”.

Es decir: lo que encontraron los investigadores fue que en lugar de ser simplemente una especie de lobo gris reforzado, los ‘huargos’ en realidad tenían un ADN muy distinto. Son tan similares a los lobos grises como los humanos a los chimpancés. En palabras del coautor principal, Kieren Mitchell -Universidad de Adelaida-, “todos nuestros datos apuntan a que el ‘dire wolf’ es el último miembro superviviente de un antiguo linaje distinto de todos los caninos vivos”.

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