Unas cámaras en los semáforos cazarán a los conductores que se los salten en rojo

El Ayuntamiento de Madrid se ha propuesto combatir "la indisciplina viaria" de los madrileños. De ahí que haya plagado la M-30 de radares y que haya puesto a la grúa a trabajar a destajo. Ahora, además, se les ha ocurrido otra idea: quieren poner unas cámaras en los semáforos para detectar a los conductores que se salten el semáforo en rojo.

De momento, este proyecto está en fase de pruebas. El Ayuntamiento colocó el año pasado un dispositivo piloto en uno de los semáforos de la rotonda de Cuzco (en el paseo de la Castellana). "Si funciona, se extenderá a otras calles con mucho tráfico y con cruces peligrosos", explicó una portavoz de Movilidad.

Su funcionamiento es similar a los radares de velocidad: cuando alguien infringe la señal luminosa, la cámara hace una foto al coche y la matrícula. "Todavía no está sancionando", según Movilidad. Cuando esté en marcha, el infractor recibirá en su casa una multa junto a la foto.

Aparcamientos para bicicletas

Además de éste, el Ayuntamiento tiene otros planes. Durante este año se van a construir aparcamientos para bicicletas y 50 kilómetros de carriles-bici en diez zonas de la capital con fondos del plan ZP. En los próximos años prevén hacer una "red de calles para bicis en el centro de la capital, en las que se reducirá la velocidad del tráfico para que puedan convivir con seguridad con los coches", apuntó el concejal de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo.

Menos coches que nunca

Por otra parte, los madrileños utilizan el coche ahora menos que nunca, según el primer informe sobre movilidad de Madrid, presentado ayer. Un 29% se mueve ya a pie, un 46% utiliza el metro o el autobús y un 25% va en coche o moto, "probablemente el nivel más bajo de los últimos tiempos", según técnicos del área.

El objetivo municipal es "seguir avanzando en la reducción del transporte privado" en los desplazamientos por la ciudad, según Calvo. Para conseguirlo tendrán que solucionar antes algunas asignaturas pendientes en el transporte público: el precio, la frecuencia de paso y la puntualidad del metro y el bus son los puntos peor valorados por los usuarios. En el lado contrario, los madrileños aplauden la extensión de la red y la interconexión entre las líneas.

"Año difícil" para el tráfico por obras

La calle Serrano, parcialmente levantada; Recoletos y Fuencarral, a punto de llenarse de vallas; y calles con zanjas en todos los distritos de la capital. Es parte del panorama que le espera a Madrid durante 2009 por la ejecución del centenar de obras financiadas por el plan ZP. "Va a ser un año difícil para la movilidad urbana, habrá muchas obras y muy dispersas", reconoció el concejal Pedro Calvo. "Intentaremos que no sea un caos", añadió.

El intercambiador de plaza de Castilla, el mayor de Europa, abre en verano

Plaza de Castilla contará con el intercambiador de autobuses urbanos más grande de Europa una vez que terminen, previsiblemente a finales del verano, las obras en la terminal de la superficie y en la estación de Metro, para las que la Comunidad ha invertido un total de 29 millones de euros.

El nuevo intercambiador en superficie, que será cabecera de 13 líneas de autobús, tendrá una terminal de 12.000 m2 que estará dotada con 22 dársenas, destinadas a autobuses de la EMT, que se sumarán a las 30 que ya existen en el intercambiador subterráneo, inaugurado hace un año.

En estas nuevas instalaciones cubiertas, los viajeros contarán con una zona de espera común y una pequeña zona comercial. También se contempla la construcción de dos vestíbulos nuevos, diez ascensores (dos de ellos en rampa), cuatro pasillos rodantes y 17 nuevas escaleras mecánicas. De las obras se beneficiarán 270.000 viajeros diarios.