Internacional

El Parlamento Europeo pide a los gobiernos de la UE que acojan presos de Guantánamo

Un preso de Guantánamo, transportado en camilla. (ARCHIVO)

El Parlamento Europeo (PE) ha pedido este martes a los gobiernos de la Unión Europea (UE) que se preparen para acoger reclusos que sean liberados de la prisión de Guantánamo si así se lo solicita la administración estadounidense. Esta petición oficial se formula después de que los eurodiputados respaldaran la resolución pactada por los principales grupos del hemiciclo, en la que se muestran a favor de acoger en Europa a aquellos prisioneros que no sean llevados a juicio, pero cuya vida correría peligro si regresan a sus países de origen.

El Parlamento quiere que en el cierre de Guantánamo la prioridad de la UE sea garantizar un "trato justo y humano" para todas esas personas y cooperar para reforzar la legalidad internacional. Sin poder directo en este ámbito, la Eurocámara ha querido dejar clara su postura en el debate que mantienen los 27 Estados miembros sobre la conveniencia y las fórmulas legales para dar asilo a los ex reclusos.

Los ministros de Exteriores de la Unión ya acordaron la pasada semana dar una respuesta conjunta si Washington pide ayuda para el desmantelamiento de Guantánamo, ya que en un espacio de libre circulación la decisión de un país de acoger a ex presos afectaría al resto, y este mes los responsables de Interior y Justicia van a seguir analizando el tema.

A favor y en contra

Por ahora, un buen número de gobiernos -entre ellos los de Finlandia, Portugal, Suecia, Reino Unido, Irlanda, Francia y España- ya se han mostrado dispuestos a acoger a algunos liberados, mientras que otros como los de Holanda, Alemania y Austria se niegan tajantemente.

Aunque todavía no hay una petición formal por parte de EE UU, todas las fuentes indican que la intención sería reubicar a unas 40 personas en Europa, todas ellas parte de un grupo de 62 prisioneros que sería puestos en libertad sin cargos, pero que no pueden volver a sus países de origen ante el riesgo de que fuesen castigados o torturados.