Internacional

La Guardia Real británica no siempre mantiene la sangre fría ante una burla

Tienen fama de tener una paciencia infinita, pero los miembros de la Guardia de la Reina de Inglaterra son seres humanos y, a veces, pueden perder los nervios.

Eso es lo que le pasó a uno de los soldados del palacio de Saint James, que harto de las burlas de un turista colombiano decidió saltarse el reglamento y castigar físicamente la acción del joven, informa The Sun.

"Su deber era mantener la calma y haberlo ignorado", opina un compañero del guardia. "Pero, por otra parte, es comprensible que quisiera meterle una patada del quince en las posaderas por tomarle el pelo".