EXCLUSIVA: Así se hizo el cartel de Sitges 2011

No sabes qué es pero hay algo. No es el pelo ni el cuello de la camisa. No es la expresión (esa perplejidad seria) ni el ceño fruncido ni son los ojos. Hay algo en el cartel del 44 Festival Internacional de Cinema Fantástic de Catalunya que te hace sentir incómodo, que te mantiene alerta. Como te hemos contado, este año es el décimo aniversario de I. A. (Steven Spielberg, 2001) y que el festival, que tendrá lugar entre los días 6 y 16 de octubre, ha escogido la temática de la inteligencia artificial como leit-motiv de la presente edición. Sabes que los tiros van por ahí, te acuerdas de Rick Deckard y de los replicantes. Los androides no te la juegan. No sabes quién es este señor ni por qué te mira de esa forma extraña pero tienes una cosa clara. No es humano.

Y no te falta razón. La cara mecánica del Festival de Sitges 2011 es la de Hiroshi Ishiguro, profesor de inteligencia robótica en la Universidad de Osaka que lleva años trabajando en la creación de un clon mecánico de sí mismo (Geminoide HI-1) con implantes de su propio pelo y una carne creada a partir de moldes de silicona tomados de su propio cuerpo. Los descubridores de este moderno prometeo son una agencia de publicidad, China, que trabaja habitualmente con el festival de cine fantástico. En Cinemanía les teníamos echado el ojo desde que, en la pasada edición de Sitges, nos deleitaron con sus boticellianas gemelas de El Resplandor saliendo del mar. Miguel Ángel Duo, director creativo de China, nos lo cuenta todo sobre los carteles.

"Desde el festival nos explicaron –cuenta Duo– que querían darle un giro a los carteles anteriores, que habían elegido I. A. porque cumplía 10 años pero que no querían ceñirse a la película, que preferían abrirse a la temática de la inteligencia emocional, los robots, etc. Así que empezamos a investigar y pasamos por muchas fases creativas: nos preguntamos por los sentimientos de los robots, la ética, los límites entre lo humano y lo mecánico… Acabamos preguntándonos cómo estaban hoy los estudios de robótica, qué se estaba haciendo. Así fue como dimos con Hiroshi Ishiguro".

“Cuando contactamos con él nos impresionó su obsesión con que los robots se pareciesen todo lo posible a los humanos. Le pedimos que además de colaborar con nosotros viniese a Sitges a dar una master class. Y aceptó. En el festival la idea de que los carteles tuviesen una pata en la vida real les encantó. Bueno, a algunos les entusiasmó, a otros les dio yuyu… creó mucha polémica y reacciones distintas. Sobre Sitges se escribe mucho, el festival tiene un público muy activo y queríamos que ese fenómeno comenzase desde que viesen el cartel ”.

A través de la agencia de producción fotográfica Enri Mür, China contactó con José Aragón, un fotógrafo de moda que estaba trabajando en Japón en ese momento. “Desde el primer momento teníamos muy claro que haríamos retratos –recuerda el director creativo de China–. Un retrato es muy humano y pensamos que eso crearía una distancia gigante con el retratado. Cuidamos mucho la iluminación. Los geminoids se mueven por mímesis, para las fotos colocaron a un operador delante y los robots captaron sus expresiones. Le dijimos a Jose que probase con muchas expresiones (enfadados, con la boca abierta (¡tienen lengua!), tristes… Cuando llegó el material alucinamos. El resultado era rarísimo. Eran humanos casi perfectos, pero había algo extraño…”.

“Entonces nos enfrentamos a qué imagen queríamos dar de los robots –continúa Duo–. ¿Queríamos que fuesen misteriosos, atrevidos, amenazantes? Al final escogimos las expresiones más humanas y nos centramos sobre todo en los ojos. Esperábamos que el espectador se sintiese incómodo, que le causase cierto desasosiego, y pensamos que cuanto más humanos pareciesen más extrañeza causarían”.

China lleva diseñando los carteles de Sitges desde su fundación, hace dos años. “Los publicitarios bebemos mucho del cine. Vemos muchas películas. Trabajar con un festival de cine es, de alguna manera, devolverle todo eso que le debemos al cine”, comenta Miguel Ángel Duo. ¿Y el año pasado? “El año pasado el cartel fue sencillísimo. El Resplandor está lleno de imágenes potentísmas. Aunque no hayas visto la película sabes que las del cartel son las niñas. Se nos ocurrió que lo verdaderamente terrorífico era pensar que ellas estaban en Sitges y, claro, tenían que llegar del mar. Se creó una industria subterránea en torno al cartel. El público de Sitges es muy agradecido. Hicieron carteras, pendientes con la imagen de las niñas… Nosotros queremos que pase eso con el cartel de este año, que la gente lo vea y se cuestione cosas, que se planteen temas en los que no han pensado antes”.

“Hay un making of de la sesión con las gemelas –nos cuenta Duo–. Para hacer la foto del cartel del año pasado el principal problema fue encontrar niñas feas. Las de Kubrick eran feas y en las agencias de cásting no hay. Las de la foto son monísimas, tuvimos que maquillarlas mucho. Las metimos en el mar (hicimos la foto en Sitges) a las cinco de la mañana y lo hicieron fenomenal. Pillaron enseguida la mirada que tenían que poner. Además, dio la casualidad de que el padre era muy fan de El Resplandor. Cuando nacieron las gemelas, sus amigos le vacilaban con que le iban a salir como las de la peli de Kubrick… Estaba encantado con que sus hijas protagonizasen el cartel”.