Algunas sugerencias más: cuestión de dedos

  • Pilar Cristóbal dice que los utilices como si fueran el pene.
  • Busca el 'punto G' en la parte superior, como a las 11 o a la 1.
  • La sexóloga te aconseja una alternativa a la penetración.
Imagen de una pareja abrazándose.
Imagen de una pareja abrazándose.
SXC.HU/DUCHESSA
Imagen de una pareja abrazándose.
No sólo la lengua puede hacer de pene, también los dedos.

Haz que tu índice entre en su vagina, no hace falta que sea mucho. Ya te he dicho que
la sensibilidad de la vagina está localizada en el primer tercio, en la entrada y apenas unos tres centímetros en el interior. Mueve el dedo suavemente como si fuera el pene, entrando y saliendo. Y después hazlo girar.
Rompe las fronteras

Como ya sabes, la vagina comparte una pared con el recto, por lo tanto,
se puede conseguir el no va más estimulando los nervios compartidos. Mete el dedo en la vagina y toca el interior de la vagina por la parte de abajo. En un primer momento, puede producir un rechazo, pero si se supera hay muchas mujeres que no encuentran nada más estimulante.

Luego busca el punto G en la parte superior, como a las 11 o a la 1, imaginando que el orificio de la vagina fuera la esfera de un reloj. El ejercicio consiste en
mover el dedo en el interior desde el punto G hasta el perineo, haciendo círculos como si intentaras agrandar el orificio.

Los tres dedos

Mete en la vagina el índice y el corazón y coloca el pulgar sobre el clítoris. Mueve los tres con ritmo de dentro hacia fuera. Procura hacerlo moviendo también el brazo hasta el codo para no cansarte. Es una alternativa muy buena a la penetración cuando tu pene no te obedezca o este cansado.

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