Vistas interiores, el punto G

  • Pilar Cristóbal habla sobre la zona mítica femenina: el punto G.
  • La vagina en sus dos tercios interiores es totalmente insensible.
  • La sexóloga explica que en los días fértiles se vuelve más ligera.
Imagen de una mujer en biquini.
Imagen de una mujer en biquini.
SXC.HU/ZEAFONSO
Imagen de una mujer en biquini.
Ahora te propongo un viaje al interior de la vagina.

La mayoría de las mujeres no tienen inconveniente es que las explores, es más,
les gusta sobre todo si les vas retransmitiendo lo que vas viendo. Lo primero que te encuentras al tacto es el periné o perineo, un poco más estrecho que el tuyo, pero igualmente sensible.

Vamos a descubrir lo que hay en el interior. La vagina es una parte del interior del cuerpo,
y no es hueca, como pone en los libros de anatomía. Es como dos paredes plegadas sobre sí mismas, de tal modo que en estado de reposo no tienen más de tres centímetros.

Si introduces un dedo vas a notar, primero, que tienes que entrar atravesando unas masas de carne, y que al fondo
te encuentras con una rugosidad del tamaño de un garbanzo; ella te va decir que lo siente. Es el cuello del útero o cervix y está cubierto por una mucosidad espesa.
Nada fácil encontrarlo

En los días fértiles,
se vuelve más ligera para permitir el paso del semen. Si preguntas a tu chica de qué tamaño es tu dedo, puede que te diga que tres centímetros, porque eso es sólo lo que nota. El resto es un vacío insensible.

Ha llegado el momento de que sepas que la vagina en sus dos tercios interiores es totalmente insensible.
Menos en la zona mítica. ¿Qué de que estamos hablando? Del mítico punto G.

No me extraña que algunos duden de su existencia, porque no es nada fácil encontrarlo. Es más,
no todas las mujeres lo tiene tan a mano como para que sea estimulado. Por lo tanto, te recomiendo que por hoy te dediques a lo conocido.
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