Devastador informe del Defensor del Pueblo sobre las Urgencias del Virgen del Rocío

Suspenso del Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, a las Urgencias del hospital Virgen del Rocío. En un devastador informe reconoce escasez de médicos, falta de cobertura de las bajas por vacaciones o enfermedades, una utilización de los MIR que busca sólo el ahorro presupuestario, sobrecarga de trabajo para los facultativos y unas instalaciones insuficientes para atender en condiciones optimas a los pacientes.

Chamizo considera que los 15 médicos que trabajan en Urgencias son insuficientes, ya que «el número óptimo de adjuntos, de acuerdo con los criterios de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, debería ser 29». Es decir, recomienda un aumento del 50% de la plantilla.

Lo hace explicando que la sociedad científica aconseja un médico adjunto por cada 4.000 pacientes asistidos al año. Datos muy alejados de los ofrecidos por el Virgen del Rocío, donde, según los datos de 2006, cada facultativo atendió 7.642 urgencias.

El informe es muy duro cuando se refiere al trabajo de los Médicos Internos Residentes (MIR), ya que recoge que «siempre deben actuar debidamente tutorizados», mostrándose contrario a «servirse de los residentes con una finalidad meramente economicista, buscando en exclusiva el ahorro presupuestario» y emplearlos «en puestos o funciones autónomas, como si se tratara de médicos experimentados».

Cree necesario cubrir las bajas, ya que no es lógico que una «plantilla, ya de por sí bastante sobrecargada por el número de pacientes, deba soportar un incremento en su esfuerzo laboral», pero rechaza que «la solución a dicha escasez de personal sea la utilización de los denominados contratos basura». Chamizo se basa en la denuncia de los médicos de Urgencias y en los informes del hospital y del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

"Hay ocho consultas y debería haber once"

"Resulta extremadamente necesario proceder a redimensionar el área física de Urgencias por parte del hospital". Así se abre el capítulo de infraestucturas tras recoger que la calidad de urgencias depende, en gran medida, del espacio físico, que debe ser el apropiado para evitar "el lamentable espectáculo de pacientes en camillas por los pasillos y la saturación de las salas de espera y de los puestos de estancias cortas". Apunta que debe haber una consulta por cada 10.000 habitantes, por lo que las ocho del Virgen del Rocío deberían ser once.

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