Los hospitales públicos no tienen semen y las pacientes lo compran en la privada
- Las valencianas pueden someterse a tratamientos gratuitos en la red pública, pero tras comprar el esperma en la privada a 350 euros.
- El Clínico de Valencia pide permiso a la Conselleria para vitrificar óvulos como hacen clínicas privadas.
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Los hospitales públicos no tienen semen y las parejas con problemas, las mujeres solteras o las lesbianas que recurren a la reproducción asistida tienen que comprarlo en la privada. La clínica CREA de Valencia, por ejemplo, lo vende a 350 euros. Aproximadamente dos de cada 10 muestras de este centro acaban en la pública, según explica el doctor Miguel Ruiz.
El Ministerio aduce que los centros sanitarios públicos no pueden tener bancos de semen para «no mezclar la donación con cuestiones crematísticas» (el hombre recibe una compensación económica por su esperma). Por tanto, la mujer ha de comprar el semen en una clínica privada y ésta lo lleva al hospital público, que sólo lo puede usar con ella. Si le va bien, la paciente puede reservar
Para someterse a una técnica de reproducción asistida en el Clínico, por ejemplo, hay que hacer seis meses de cola, según Fernando Bonilla, jefe de Obstetricia y Ginecología. Unas 300 mujeres están en espera, añade.
Eso sí, a la unidad no le falta de nada, o casi. Hace incluso Diagnóstico Genético Preimplantacional desde el noviembre pasado, para que los bebés no hereden las enfermedades de sus padres. Ya hay una mujer embarazada así, según Sanidad.
Además, el equipo médico ha solicitado a la Conselleria que le permita vitrificar óvulos para que las mujeres puedan preservarlos y ser mamás más adelante, tras una terapia contra el cáncer... Hasta ahora, sólo pueden vitrificar embriones. «El conseller ha hablado de autorizarnos en una semana», comenta esperanzado Fernardo Bonilla.
La Unidad de Reproducción Asistida del Clínico de Valencia ya ha hecho este año 350 ciclos de fecundación in vitro con una tasa de éxito del 42%, y de un 15% en la inseminación artificial. Ofrece las «técnicas más avanzadas del mundo», según su responsable Fernando Bonilla, y espera recibir 2.000 visitas anuales tras su reciente reforma. La Conselleria ha invertido en ella 170.500 euros, lo que en palabras de Manuel Cervera «es un ejemplo del esfuerzo para que los valencianos dispongan de las infraestructuras y medios apropiados a sus necesidades».
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