Siete destinos turísticos españoles están entre los 100 más sostenibles del mundo

Siete destinos turísticos españoles ha sido incluidos entre los cien más sostenibles del mundo. Aparecen en la lista que elabora la organización internacional Green Destinations, que acaba de celebrar la quinta edición de las jornadas mundiales de destinos verdes en la isla de Mali Losinj (Croacia).

De estas siete localizaciones españolas, tres están en Cataluña: la comarca de Berguedà, Torroella de Montgrí- L'Estartit y las Tierras del Ebro. Se incluye también a Noja, en Cantabria, y a las gallegas Baiona e Islas Atlánticas.

El comité internacional encargado de esta certificación ha evaluado, entre otros aspectos, el trabajo que cada territorio realiza en campos como la protección del medio natural, la transición energética y gestión de residuos, la implicación social para la sostenibilidad o el impacto del turismo sobre la economía local.

Además, evalúa si el territorio certificado cuenta con una planificación para seguir avanzando en sus objetivos sostenibles. De hecho, para mantenerse en el ranking de Green Destinations, los lugares selecciones pasan auditorías anuales para evaluar si siguen realizando avances en sostenibilidad.

Entre los destinos españoles, el municipio cántabro de Noja forma parte de estos 100 destinos sostenibles desde 2016. Cuenta con el 70% de su territorio protegido, situándose en el Parque Natural de las Marismas de Victoria, Santoña y Joyel.

Precisamente, un estudio recientemente publicado, señala cómo el desequilibrio existente entre las políticas turísticas y medioambientales aumenta la vulnerabilidad del sector. El trabajo de la Escuela Universitaria de Turismo Ostelea propone medidas coherentes con ambos ámbitos, que permitan que los destinos turísticos puedan adaptarse a los nuevos escenarios climáticos.

El estudio, que analiza la coherencia entre la política turística y la política de cambio climático en España, suscribe que la atención que recibe el turismo en las políticas de cambio climático es mucho mayor que la atención que recibe el cambio climático en las políticas de turismo. Especialmente, la atención se concentra en las estrategias de adaptación, en vez de las de mitigación.