Crítica del cinemaníaco: 'Águila Roja, la película'

Hace unas semanas convocamos a través de la web a todos aquellos cinemaníacos que quisieran hacer una nueva crítica de Águila Roja, la película. A nuestra redactora Andrea G. Bermejo la adaptación al cine del éxito de la pequeña pantalla no le había convencido y pensábamos que esta producción española quizá se mereciese una segunda oportunidad. El ganador de las entradas para verla y elegido para hacer esta nueva crítica fue Manu Alfaro Manzano (Sevilla) y hace apenas unas horas nos ha enviado su texto y sus conclusiones son prácticamente iguales que las nuestras. "Si tengo que ponerle estrellas, le daría 2", comenta el primer cinemaníaco de la historia que se ha convertido en crítico por un día. A continuación, puedes leer lo que le ha parecido Águila Roja, la película a Manu.

"Tiene razón Daniel Écija, Presidente de Globomedia y creador de la serie, diciendo que la película de Águila Roja no se puede comparar con nada hecho hasta la fecha en el cine patrio. Conspiraciones en la corte de Felipe IV, cardenales malvados, persecuciones y disputas a caballo, bellísimas mujeres, héroe enmascarado y atractivo (correcto David Janer). Bastante bien ambientada en el siglo XVII (con pelucas y corsés a tutiplén), espectaculares exteriores (más si aparece Martina Klein bañándose en un lago al más puro estilo Natalie Portman), con escenas de acción muy bien conseguidas y una trama de fácil digestión, aunque no se siga la serie de TV".

"La película peca de gran previsibilidad (característica común de este tipo de cine). Los buenos son demasiado buenos y los malos son demasiado malos (en el amplio sentido de la palabra, ¿porqué si un prisionero que está en su celda, te llama, abres la puerta? ¡Vamos muchacho!). Da la sensación de que sobran cosas o de que no están bien hiladas, como el personaje de Martina (flojita en la interpretación tanto como contando chistes) y el de su padre, ¿qué pintan ahí? Luego está el tema del castellano antiguo, los actores hablan como si tuviesen algo en la boca, resulta extraño e incomodo, no te lo acabas de creer. Por otro lado están Javier Gutiérrez y Antonio Molero, el primero interpretando al fiel criado de Águila Roja, Satur, para mí el mejor de la película con unos golpes de humor sublimes, y el segundo encarnando a un cura falso (te mantiene más en vilo el porqué se hace pasar por sacerdote que el argumento en sí), gran dúo cómico. Muy buena es la escena de la pelea de Águila Roja con el asesino cosaco, buena y corta (poco le dura a David Janer el “mejor asesino del mundo”). Por contrapunto, la escena de la batalla final en la que los campesinos de la villa pretenden hacer una emboscada, armados con palos y guadañas, a un combinado del ejército inglés y francés, me parece un poco infumable e incluso ñoña. La historia no te atrapa, no te mete en su mundo, debería ser más dura y un poco más cruel con el fin de hacerla más real. Seguro que en esa época no llegaba nadie a salvarte la vida en el último momento".

"Águila Roja, la película, está para lo que está. No esperes una película profunda que te cale en lo más profundo de la conciencia, eso está claro. Es un producto hecho exclusivamente para entretener. Una superproducción española que te deja con la sensación de que podría haber sido mucho más".

MANU ALFARO MANZANO @cj_carljonshon