Tu farmacia en casa

  • ¿Has pensado cómo hacer frente a una urgencia casera o a un pequeño accidente?
  • ¿Tienes nociones de primeros auxilios?
  • ¿Qué debes tener a mano?

Lo mejor ante cualquier problema de salud es, por supuesto, la ayuda profesional. Pero para salir bien de los primeros momentos de una urgencia de este tipo conviene que dispongamos en nuestro hogar de un pequeño botiquín con productos para una primera cura. Todos tenemos algún medicamento y algún producto de parafarmacia, pero conviene que sean los adecuados y que tengamos nociones de cómo usarlos correctamente.

Materiales de cura para un primer tratamiento de las heridas y quemaduras, así como para prevenir contaminación e infección: gasas, compresas, vendas, esparadrapo, algodón y tiritas de diferente tamaño. Este material se conserva bien y es una inversión que acaba por rentabilizarse.

Complementos: otros objetos que conviene tener a mano son tijeras, pinzas, guantes estériles y, por supuesto, un termómetro.

Antisépticos: sirven para tratar las heridas y prevenir infecciones. Existen varios, como el alcohol, el agua oxigenada, la tintura de yodo y el suero fisiológico. Hemos de elegir y emplear el más conveniente.

Medicamentos: es el capítulo más importante. No conviene almacenar muchos. Se han de tener los esenciales y, sobre todo, conocerlos. No deben faltar analgésicos y antitérmicos (como paracetamol, ibuprofeno y ácido acetilsalicílico), antihistamínicos, pomadas para las quemaduras, cremas para picaduras e inflamaciones locales, antidiarreicos y sobres de suero oral para recuperar sales minerales. Los antibióticos, en cambio, no son necesarios en nuestro botiquín, pues deben tomarse sólo en casos esenciales y bajo prescripción facultativa. No debemos automedicarnos con ellos.

Cómo organizarlos: es esencial que sepamos qué fármacos tenemos y dónde están. El baño o la cocina no son lugar adecuado para guardarlos, porque no les convienen los sitios ni muy secos ni muy húmedos. Deben también protegerse del calor y de la luz directa del sol y algunos incluso deben conservarse en frío. Para asegurarte, lee bien las instrucciones del envase. Tampoco deben guardarse junto a productos de tocador o higiene.

Un buen consejo es hacer una lista de los medicamentos del botiquín y pegarla en la tapa. Debemos revisar las medicinas cada tres meses y controlar su caducidad. Aunque no estén caducados, si han cambiado de color o de olor, no se deben tomar. Evita tener medicinas sin prospecto, pues te puedes confundir y tomar la inadecuada. Puedes anotar en la caja para qué se emplean y si te fueron útiles. No se deben conservar restos de medicamentos de tratamientos anteriores. Se han de mantener lejos del alcance de los niños, preferiblemente bajo llave. No conviene tampoco tomarlos delante de ellos, para evitar que nos quieran imitar.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento