Asturias

La Rodriga, paseo por el parque del olvido

Puede tener el encanto de un jardín secreto, pero al parque de La Rodriga no le sienta bien el olvido. Es una zona casi desconocida en el corazón de Oviedo -entre las calles Campomanes y Leopoldo Alas y el Seminario Metropolitano- donde se acumulan las evidencias de actos vandálicos, aunque el servicio municipal de Parques y Jardines mantiene el césped y la vegetación cuidados.

Muchas de las farolas de las avenidas del parque están rotas, no tienen vidrios ni luminarias. Los dos únicos bancos de esta zona verde están llenos de pintadas y hay graffitis en casi todos los muros de cierre. Pero su gran problema son los accesos: ahora sólo se puede llegar desde el Seminario, subiendo cinco tramos de doce escalones desde la plaza de San Miguel, o desde la calle Prao Picón.

Debería tener una entrada desde la calle Campomanes porque fue la condición impuesta por el Ayuntamiento a la constructura que tiró y volvió a edificar los inmuebles 23 y 25 de la vía. De hecho, los accesos están construidos y cerrados con vallas.

El parque de La Rodriga es público desde 2003, aunque no aparece citado en la página web del Ayuntamiento. Ocupa unos 11.400 m2 y fue cedido por el Arzobispado de Oviedo al Consistorio. Era parte de los terrenos del antiguo Colegio de las teresianas y antes la finca del marqués de la Rodriga, de quien tomó el nombre.

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