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Las guarderías prometidas por PSOE y PP excluirían a 173.000 niños

Los horarios laborales obligan a dejar a los niños en las guarderías cada vez antes. (Foto: Archivo)
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El PSOE ha prometido crear, si gana las elecciones, 300.000 nuevas plazas de guarderías públicas en los próximos cuatro años. El PP ha subido todavía más la apuesta y ha prometido 400.000. Las dos ofertas, no obstante, se quedan cortas y no sirven para cubrir toda la demanda, ya que si ganara el PSOE, aún se quedarían sin plaza 173.000 niños, y si triunfara el PP, 73.000.

Las cuentas son sencillas. Actualmente, 272.780 menores de tres años van a guarderías, incluyendo las públicas, concertadas y privadas, según datos del Ministerio de Educación, lo que quiere decir que están escolarizados (aunque este tramo de edad no es obligatorio) el 15,1% de los 1,8 millones de menores de tres años que hay en España.

Además de esos 272.780 pequeños ya escolarizados, otros 473.000 son demandantes de una plaza. Sus padres les dejan al cargo de canguros y abuelos una media de 21 horas semanales, según los últimos datos de la Encuesta de condiciones de vida del INE.

Es decir, con las 300.000 nuevas plazas que propone el PSOE, todavía quedarían excluidos 173.000 chavales, y con las 400.000 del PP, 73.000 niños se quedarían fuera.

Previsiones de futuro

Y eso sin contar, alerta el Consejo Económico y Social, con el crecimiento futuro de la población de 0 a 3 años, que sólo entre el periodo 2000 y 2006 aumentó un 36%. ¿Cuánto se incrementará en el periodo 2008-2012?

La presidenta de la confederación de asociaciones de padres CEAPA, Lola Abelló, considera estas promesas como algo difícil de aplicar en una legislatura. Para ponerse en marcha, añade, "deberían ir acompañadas de una memoria económica y de una implicación previa de las comunidades y los ayuntamientos".

Por su parte, el presidente de la confederación católica de padres Concapa, Luis Carbonel, recuerda que aunque sea necesario aumentar el parque de guarderías, es prioritario mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar para que los padres no se vean obligados a dejar a sus hijos en estos centros por falta de tiempo.