Trucos para limpiar la tapicería del coche (y que quede como nueva)

El sentido común es fundamental en esta tarea para evitar dañar los tejidos.
El sentido común es fundamental en esta tarea para evitar dañar los tejidos.
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El sentido común es fundamental en esta tarea para evitar dañar los tejidos.

La limpieza del interior del coche es, sin duda alguna, una de las tareas más arduas, ya que requiere tiempo y mucho esfuerzo, pues el polvo, las migas o el pelo de los perros encuentra en la tapicería una gran aliada. Así, muchos optar por llevar el vehículo a un taller especializado que les evite entrar en faena (y repasen la carrocería, con especial aplicación en los faros para asegurar la visibilidad), pero, otros tantos prefieren arriesgarse e intentarlo en casa, armados de aspiradora, cepillos y toda clase de productos con prospectos "milagrosos".

Para enfrentarse a la tapicería, lo único que hay que aplicar es un poco de sentido común (para no dañar los materiales) y cuidado. A veces, también conviene poner en práctica algún consejo de la abuela para hacer frente a las manchas más difíciles (normalmente ocasionadas por los más pequeños de la casa durante un viaje en familia), como los que se encuentran bajo estas líneas, que ayudarán a disfrutar después de cada limpieza de un interior que parezca nuevo.


Claves para limpiar sin esfuerzo la tapicería del coche

  • Limpieza general. Cada cierto tiempo, hay que darle un repaso a la tapicería para evitar que se acumule el trabajo. De este modo, lo mejor es, con ayuda de un aspirador potente eliminar todos los restos que se escondan en el habitáculo, sobre todo, debajo de las alfombras y en los bolsillos. Después, conviene mezclar en un cubo de la fregona agua templada con jabón de lavadora para frotar todas las superficies con un estropajo suave que no altere el tejido. A continuación, y una vez se ha secado el interior del coche, es importante aplicar una espuma seca, dejarla actuar y retirarla con un paño para completar el limpiado y ayudar a mantener el buen estado de la tapicería. Por último, hay que echar de nuevo mano al aspirador para completar el trabajo y disfrutar de un resultado impecable.
  • Manchas. Aunque cada mancha requiere un tratamiento específico, los primeros pasos a dar son compartidos: con ayuda de una toallita húmeda hay que frotar sobre la zona para quitar la primera capa y debilitar su acción sobre la tela. Pasado el primer asalto, habrá que aplicar el producto que mejor le vaya: un cepillo de cerdas, para el barro; aceite, para los chicles; limpiacristales para las manchas de café; o detergente, para el maquillaje.
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