Los tres cuidados imprescindibles de la piel en invierno: fotoprotección, hidratación y reparación

  • Con el frío podemos notar la piel más seca, que se desescama con más facilidad y aflora la dermatitis atópica.
Los hombres tampoco deben descuidar el cuidado de su piel.
Los hombres tampoco deben descuidar el cuidado de su piel.
GTRES
Los hombres tampoco deben descuidar el cuidado de su piel.

El cuidado de la piel muchas veces lo limitamos a unas determinadas épocas del año o a momentos en los que se presenta algún problema puntual, cuando no debería ser así. De hecho, los expertos lo tienen bastante claro: se trata del órgano más extenso del cuerpo humano, nuestra principal barrera protectora, y nuestros hábitos de vida impactan directamente sobre ella. Por ello en invierno no debemos descuidarla.

"Incluso las personas más concienciadas con que en verano hay que emplear protección solar y cremas hidratantes para cuidar de la piel, cuando llega el frío olvidan o relajan estos hábitos saludables porque piensan que dejan de ser necesarios", explica la dermatóloga del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid y autora del Blog de Dermatología, Lorea Bagazgoitia.

Es más, llama la atención sobre el hecho de que el otoño y el invierno representan la mejor etapa del año para reparar los daños producidos en nuestra piel por esos excesos el verano, así como para prepararla para el siguiente estío.

Destaca que "por mucho que llueva, en invierno el aire está más seco, especialmente en las zonas del interior. Esta circunstancia, unida a las calefacciones, provoca que perdamos más fácilmente la humedad natural de la piel, lo que tiene cierto efecto nocivo sobre su protección natural, y además facilita la aparición de escamas y grietas".

Bagazgoitia aconseja abrigarse bien, especialmente las manos y los pies para evitar afecciones como los sabañones o el fenómeno de Raynaud. Igualmente, tal y como aborda en su libro Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel, el hecho de que "haya menos horas de sol que en verano no significa en absoluto que los efectos perniciosos de la luz solar se desvanezcan, ni que el propio clima no represente una amenaza".

Con todo ello, la dermatóloga del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid enumera los tres imprescindibles cuidados que debemos seguir con nuestra piel durante las frías épocas invernales:

Mantener una correcta hidratación

En su opinión es "fundamental" para vencer las agresiones del frío invierno, y propone dos vías: ingesta de líquido suficiente al día y uso de cremas hidratantes que ayudan a retener la humedad en la piel.

"En nuestra higiene diaria es importante huir de los baños de agua muy calientes y de los jabones agresivos, y optar por productos indicados específicamente para la higiene cutánea. A la hora de secarnos es mejor también hacerlo con pequeños golpecitos, que frotando con fuerza la toalla", remarca.

En invierno también es preciso seguir cuidando la piel.
En invierno también es preciso seguir cuidando la piel.

Protección solar a diario

"Es falso que los protectores solares sean cosa del verano. Aunque haga menos calor, e incluso esté nublado, los rayos ultravioleta del sol siguen amenazando a nuestra piel como en el verano: aumenta el riesgo de melanoma (cáncer de piel), se acelera el envejecimiento, y puede provocar la aparición de manchas solares", afirma la especialista.

Por ello, recomienda usar fotoprotección muy alta especialmente en la cara y en las manos, que son las zonas más expuestas. Si somos aficionados a los deportes de invierno, Bagazgoitia apuesta por "redoblar los cuidados", y aumentar ese factor de protección porque la nieve multiplica la incidencia de los rayos UV.

Reparación de la piel

El otoño y el invierno representan la mejor época del año para reparar nuestra piel de las agresiones del verano, así como para prepararla para el siguiente. "Esta época es idónea para reparar las manchas en la piel que aparecen por los excesos del verano y de las que nos damos cuenta en invierno, cuando estamos menos morenos. Su origen suele estar precisamente en el exceso de exposición al sol sin protección en verano", lamenta la dermatóloga.

En concreto, cita que el léntigo solar, el melasma y la hiperpigmentación postinflamatoria son los tres tipos de manchas cutáneas más frecuentes, y en los tres casos asegura que el sol juega un papel importante, especialmente en las dos primeras.

Además, resalta que, aunque no suelen ser un factor de riesgo para el desarrollo de melanomas, sí resultan bastante antiestéticas, y muchas personas deciden hacer un tratamiento para las mismas. Para ello, la experta indica que existen diferentes opciones: láser, peelings o cremas despigmentantes que deben ser aplicadas en esta época del año, "porque las condiciones climatológicas ayudan", aunque cualquiera de ellos debe ser aplicado bajo la supervisión de un dermatólogo.

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