Asturias

El Arzobispo de Oviedo recuerda que lo que hay detrás del cierre "no son cajas de tornillos sino personas"

Jesús Sanz Montes, en el Arzobispado
EUROPA PRESS - Archivo

Así se ha manifestado Monseñor Sanz Montes en su carta semanal bajo el título 'Alcoa: el desarme de la esperanza', en la que entremezcla el tema gastronómico del Menú del Desarme -garbanzos con bacalao, callos a la asturiana y el arroz con leche- con el que se logró vencer a las tropas francesas con el desarme de la multinacional americana con el abandono de su actividad industrial en el Principado.

"Si ante un momento de recesión económica o ante unas cuentas que no eran las que se esperaban se decide cerrar toda una factoría mandando a la incertidumbre angustiosa a tantas personas y a sus correspondientes familias, entonces nos encontramos con una tragedia realmente inhumana, donde los trabajadores se han usado y luego se tiran cuando se juzgan prescindibles laboralmente hablando, dando un portazo a lo que se venía haciendo allí simplemente porque ya no se gana tanto, ya no aporta tanta riqueza como antes, ya no resulta ventajoso para el lucro soñado y programado por los magnates", explica el Arzobispo.

Sanz Montes entiende que una empresa "no es un despacho parroquial, ni siquiera una ONG altruista sin ánimo de lucro o un local de Cáritas que sólo mira por sostener dignamente a quienes menos han sido favorecidos por la vida y la sociedad. Una empresa tiene sus calendarios, sus objetivos de producción y su legítima aspiración de incrementar sus ingresos para expandirse poniendo solidez a sus logros financieros".

Aún así destaca que esos objetivos de producción e ingresos "no deberían ser los únicos criterios, tan inhumanamente crematísticos, a la hora de poner en marcha, acrecentar o, eventualmente, cerrar el negocio".

Ha recordado las palabras del Papa Francisco: "no a una economía de la exclusión y la inequidad". "Esa economía mata... Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida".