'Crube', el croissant en forma de cubo quiere ser el nuevo 'cronut'

Un momento, ¿alguien se acuerda del cronut? Aunque suena ya bastante antiguo y quienes tengan antojo pueden encontrarlo incluso en la panadería del barrio, hubo un momento en el que este híbrido entre donut y croissant fue una auténtica sensación y la gente hacía colas de horas por conseguir uno en Nueva York.

Desde entonces ha habido muchos candidatos a heredar el trono de dulce de moda, aunque lo cierto es que ninguno ha conseguido semejante popularidad. Desde el norte de Europa llega ahora un nuevo aspirante al trono: el croissant con forma de cubo.

Diseñado posiblemente para cabrear a los franceses -si rellenar un croissant de algo salado ya les pone de los nervios, no queremos imaginar lo de cambiarle la forma- y sobre todo para arrasar en Instagram, el invento bautizado como crube viene firmado por el pastelero sueco Bedros Kabranian.

Al menos eso es lo que explican en Fine Dining Lovers, porque lo cierto es que hay alguna pastelería de San Francisco que también ofrece croissants con forma de cubo y todo tipo de colorines desde hace tiempo.

Pero volviendo a la versión sueca que quiere conquistar Europa y las redes sociales, según explica Kabranian la culpa es de un molde que descubrió en China y que le permite jugar con esta nueva forma simplemente ajustando la fermentación de la masa del croissant.

¿Aporta algo este original diseño al sabor o textura del croissant? Al parecer no, así que los puristas del asunto posiblemente sigan prefiriendo distinguir sólo dos tipos de croissants: los malos -demasiado fáciles de encontrar- y los buenos.