León

28 detenidos en León y Soria por robar y revender la señal de la televisión de pago

Los detenidos ya habían creado su propia red de 'abonados'.
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La Policía ha detenido a 28 personas de ocho provincias -entre ellas Soria y León- por distribuir ilegalmente la señal de televisiones de pago por la que cobraban a sus clientes una cuota, fraude que los investigadores cifran en unos ocho millones, y en el que están implicados supuestamente directores de hoteles y presidentes de comunidades de vecinos.

La operación se ha desarrollado en las provincias de Alicante , Madrid, Málaga, Soria, Logroño, Pontevedra, Sevilla y León -Astorga y Val de San Lorenzo-.

'Operación Ríos'

Los detenidos en la denominada 'operación Ríos', según informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, son presuntos responsables de diversos delitos contra la propiedad intelectual y fraude de las telecomunicaciones.

Entre los arrestados figuran instaladores y distribuidores de descodificadores manipulados y preparados para acceder de manera fraudulenta a los contenidos audiovisuales de acceso condicional, además de responsables de redes locales de televisión por cable, titulares y administradores de hoteles y presidentes de comunidades de vecinos.

Los distribuidores detenidos anunciaban la venta de los descodificadores manipulados en diferentes portales de internet para asegurarse una mayor clientela e ingresos.

La operación se inició a raíz de las denuncias interpuestas por las entidades perjudicadas, que llevaron consigo registros en centros emisores de televisión y en domicilios, tanto sociales como particulares, de empresas titulares de redes locales de cable.

Clientes y cuotas

Estos centros estaban ubicados en Nerja y San Pedro de Alcántara; en Puebla del Río y Coria del Río; en Val de San Lorenzo (León) y Fuenlabrada, y eran utilizados para "teledistribuir" de manera ilícita canales de acceso condicional.

Además de estos contenidos, realizaban compras de emisiones de pago por visión (partidos de fútbol, películas o corridas taurinas) y una vez descodificados redistribuían la señal de manera no autorizada a sus "clientes", que pagaban una cuota como abonados a las redes locales o a terceros.