Las 'musas' son algo más que la inspiración de los artistas. Gracias a ellas, muchos de los
grandes éxitos de la historia de la música han sido posibles, así como sus
mensajes velados de amor, odio o admiración. Todas las canciones, incluso sin quererlo,
llevan un nombre propio.
Por ejemplo, el tema
más tarareado del momento, el
Me enamora del colombiano
para su mujer, Karen, tras una crisis que casi termina
con su matrimonio. El piloto de Fórmula 1
Fernando Alonso también ha sido
merecedor de una canción,
Magic Alonso, escrita por el que fuera su compañero de pupitre,
Grace kelly, 25 años después de su muerte, recibió un homenaje del libanés
Pero no siempre saben las 'musas' que son protagonistas, y si no, que se lo pregunten a
hace pocas semanas, cuando cumplió 50 años, se llevó una grata sorpresa.
La chica de Ipanema
Mucho tiempo estuvo sin saber también
Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto, una jovencita de clase media que vivía
en Río de Janeiro, que ella era la verdadera Chica o
en 1962 cuando la vieron en biquini paseando
por la playa. La canción es todo un
himno de la bossa nova.
Y algo de misterioso tuvo
también el origen de la romántica
Angie,
de los
que compuso Keith Richards, pero que Mick Jagger interpretó como
si le fuera la vida en ello para el álbum
Goats Head Soup (1973). Rumores incesantes apuntan a que
la mujer de David Bowie, Ángela, era la destinataria de sus lamentos.
Él siempre lo negó.
De enamoramiento también hablaba el cantante
Prince cuando le dedicó el falsete de
The most beautiful girl in the world a la bailarina y su
entonces prometida Mayte García, en 1995. Ella se la devolvió poco después
con su propia versión,
The Most Beautiful Boy In The World. Se casaron en 1996
el día de San Valentín, pero el matrimonio no duró demasiado. Con un ánimo bien distinto, el fallecido Antonio Flores le dijo en
Alba a su hija recién nacida aquello de: "dos cometas se convirtieron en tus ojos".
El lado más triste de la música
No obstante, la música tiene también su lado triste. La actriz
Candle in the wind de
Bernie Taupin. El primero reutilizó la canción
para despedir a dos personas más: en 1990, a
su amigo Ryan White, muerto de sida; y en 1997
Eric Clapton, alias 'mano lenta', hizo tres cuartos de lo mismo cuando
su pequeño hijo Conor, de cuatro años, murió
de forma accidental al caerse en el año 1991 por la ventana
de un rascacielos de Manhattan, en Nueva York.
Nueve meses después de su fallecimiento, Clapton
tuvo fuerzas para componer la que sería una de sus canciones más conocidas,
Tears in heaven.
Pero no sólo de
sentimientos hacia personas vive la música. Ahí están
los animales, que también han sido el centro de algunas letras. Como
Laika, de
a bordo del Sputnik 2 y que murió en pocas horas. Y
a su enfermedad.
Drogas y rock and roll
El capítulo de las drogas
es muy extenso. No pocos cantantes o grupos
se han inspirado en ellas para componer, estando o no bajo sus efectos a la hora de escribir.
The Beatles poseen toda una leyenda respecto a este tema, sobre todo cuando se habla de temas como
Lucy in the sky with diamonds, para algunos
las iniciales del LSD, con el que ellos experimentaron durante un tiempo.
Aunque desmintieron este extremo,
Paul McCartney reconoció en una entrevista en 2004 a la BBC que él
había consumido cocaína, y que las drogas habían
servido de mucho al grupo para componer. Así, aseguró que la canción
Got To Get You Into My Life se escribió pensando
en la marihuana; y
Day Tripper, en el ácido (lisérgico).
Por último, y aunque la lista es infinitamente larga, el desaparecido
y a sus efectos, o al menos esa es la creencia mayoritaria, con el tema
Aneurysm.
Y otro que tal bailó en sus mejores tiempos fue
Like a Rolling Stone y
Mr. Tambourine Man
tampoco tienen desperdicio.