Ni los pañales, ni los biberones o las lloreras consiguieron contrarrestar la satisfacción que significó para él la experiencia.
¿Por qué compartieron el permiso de paternidad?
Mi esposa llevaba un negocio que requería su presencia. Ella se pidió la baja durante las primeras seis semanas, el tiempo mínimo para la madre, y yo las diez restantes.
Era mi primera hija y me apetecía mucho. La experiencia fue muy buena. Quizás si la niña hubiera tenido más edad lo habría disfrutado de otra manera. Pero fue una gozada.
¿Le costó mucho adaptarse al cuidado de la niña?
No mucho. Me adapté bien. Quizás lo que más me costó fue el trabajo, porque a pesar de estar de baja aún recibía alguna llamada esporádica.
¿Le pareció suficiente el tiempo que estuvo con ella?
Me hubiera gustado disfrutar durante más tiempo de la compañía de mi hija. Pero entiendo que para el que da el permiso la visión es diferente.
¿Qué fue lo más satisfactorio?
Salir a pasear con mi niña y fardar de ella delante de los amigos.
Tiene 39 años y dos hijos, una de tres años y otro de menos de uno. Trabaja en UAGA.