Madrid

La madre de los niños que intentaron secuestrar en Madrid dice que sus hijos tienen "miedo"

Un niño paseando a su perro.
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Marisa Vázquez, la madre de los hermanos de siete y ocho años que intentaron secuestrar la pasada madrugada en San Martín de la Vega (Madrid), ha asegurado este jueves que sus hijos aún tienen "miedo" y que fue clave la ayuda de los vecinos para impedir finalmente el rapto.

Los hechos tuvieron lugar a las 23.30 horas cuando los menores paseaban acompañados de su abuela en la rotonda del Quiñón. El arrestado, vecino de la localidad, se acercó y separó a la fuerza a uno de los hermanos para llevárselo consigo.

Marisa ha asegurado que no conocía al presunto agresor, pero que estaba "desorientado" por lo que el detenido pudo haber actuado bajo los efectos de las drogas.

"Estaba sacando al perro de paseo; mi madre --la abuela de los menores-- me esperaba en el parque de una parada, y mientras saco al perro, estaban quitándole el niño a mi madre", ha relatado Marisa.

A pesar de que ha reconocido que sus hijos aún tienen miedo, ha agradecido la labor de los vecinos.

El Consistorio de la localidad ha agradecido también en un comunicado la colaboración de los vecinos del municipio, quienes mediante su implicación avisando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la Policía Local y la Guardia Civil se pudo detener en una "rápida actuación" a este hombre por un delito de agresiones en la vía pública así como de otro por un delito de violencia de género.

Desde el Ayuntamiento han resaltado "tanto la conciencia ciudadana en su colaboración para prevenir estas situaciones, así como la rápida actuación policial que ha posibilitado su detención".

"El autor fue inmediatamente detenido, trasladado a los calabozos del Cuartel de la Guardia Civil donde se encuentra a la espera de juicio, mientras concluyen la investigación", expresa el Consistorio en este comunicado.

En la mañana del jueves, la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Valdemoro (Madrid) ha dejado en libertad al hombre detenido. Se le ha impuesto la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de los menores y del domicilio, además de visitas cada 15 días a los juzgados.

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