Si pensabas que ya nada te podría sorprender en el campo de la tecnología, estabas muy equivocado. La culpa la tiene el ingeniero Marek Baczynski, que un buen día decidió, -¿por qué no?- coger una patata y convertirla, nada más y nada menos, que en una patata "autónoma", una especie de coche autónomo con base de patata.
Una sola patata con un par de electrodos pegados no genera mucha electricidad, pero si le añadimos un condensador, obtenemos la suficiente carga para alimentar a un par de motores eléctricos. Pontus, nombre del invento, es capaz de recorrer 8 centímetros cada quince minutos.
En resumen, Pontus es la mascota perfecta. No necesita agua, ni comida. De hecho, Pontus (SPOILER) puede ser tu comida ideal después de una visita al horno.
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