Los guardaespaldas de Marine Le Pen agreden a un periodista por una pregunta incómoda
- El redactor quería saber si se retirará de la presidenciales galas por un escándalo de corrupción en el que se ha visto involucrada.
- Ella ya ha dicho que no renuciará a la candidatura a pesar de ser imputada.
- La acusan de malversar dinero del Parlamento Europeo.
- Le Pen se niega a devolver a la Eurocámara los 300.000 euros que no debió percibir.
- La campaña de Fillon se enturbia por el polémico empleo de su mujer.
Arrastrado a la fuerza por dos guardaespaldas del equipo de seguridad privado de Marine Le Pen. Así se ve en el vídeo difundido por la publicación @Qofficiel en el que puede verse a uno de sus reporteros tratando de abordar a la presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen.
El objetivo del periodista no era otro que preguntar a la candidata de ultraderecha si tiene intención de renunciar a su candidatura después de que el Parlamento Europeo le haya embargado parcialmente el sueldo por una presunta malversación de caudales públicos de la Eurocámara.
En concreto, Bruselas acusa a la líder del Frante Nacional galo de haber usado irregularmente alrededor de 300.000 euros que fueron a parar a una presunta asesora, cuyo trabajo no está confirmado, y que la política gala se niega a reintegrar.
Los intentos del reportero por lograr unas declaraciones de la candidata no gustaron a la propia Marine Le Pen ni a su equipo de seguridad. Tras un placaje inicial para impedir que el joven se aproximara a su jefa, los guardaespaldas acaban haciendo una auténtica muralla para impedirle poder acercar el micrófono.
Ante la insistencia del periodista, que no desiste, optan por sacarle a rastras de la zona donde está la política, mientras al agredido se le escucha gritar: "Dejadme, dejadme".
Según declaraciones realizadas por la propia Marine Le Pen a diferentes medios galos, no tiene intención de abandonar la carrera presidencial ni en el caso de resultar imputada. "Que un juez decida quién es candidato y quién no es el fin de la democracia", ha declarado recientemente a Le Monde.
La ultraderechista es la segunda candidata que se ve envuelta en un escándalo de corrupción y malversación a pocos meses de las presidenciales francesas. El candidato conservador François Fillon ha visto enturbiada su campaña electoral y sus posibilidades de llegar al Elíseo por el escándalo sobre el presunto empleo ficticio de su mujer por el que cobró 900.000 euros de dinero público.
Este escándalo ha llevado a la Fiscalía y a las fuerzas de seguridad galas a registrar la Asamblea Nacional y a interrogar al matrimonio.