Los zapatistas se presentarán a las elecciones de México con una candidata indígena

Aunque el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) lleva años renegando del sistema político de México, este fin de semana ha anunciado que se presentará a las elecciones de 2018 y que lo hará con una mujer como candidata.

Además esta mujer será indígena, elegida "junto con otros grupos originarios" del país para que participe en las próximas presidenciales, a las que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto llega con una popularidad bajo mínimos y su partido, el PRI, con una credibilidad castigada en las últimas elecciones a gobernador.

"En nuestros pueblos nos construimos cada día en las resistencias por detener la tempestad y ofensiva capitalista que no cesa", afirman los zapatistas en un comunicado. Así, los zapatistas declaran su "rebeldía ante los malos gobiernos, sus empresas y su delincuencia organizada" con esta candidata mujer e indígena.

El PRI, acusado de autoritarismo y de fraudes electorales a lo largo de su historia, presidió al país por 71 años seguidos y gobernó en la mayoría de estados con el presidente como un caudillo fuerte que mantenía a raya a los gobernadores.

Pero desde el 2000, cuando perdió el poder a manos del PAN, los gobernadores adquirieron más control sobre legisladores, contralores, el poder judicial y medios de prensa locales. Las acusaciones de abuso de poder se hicieron moneda corriente.

“Nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos el acuerdo de este Quinto Congreso Nacional Indígena (CNI) para nombrar un concejo indígena de gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena”, dice el comunicado.

El EZLN quiere combatir esta "ofensiva capitalista" que se vuelve "cada día más agresiva y se ha convertido en una amenaza civilizatoria no sólo para los pueblos indígenas y campesinos sino para los pueblos de las ciudades que deben también crear formas dignas y rebeldes para no ser asesinados, despojados, contaminados, enfermados, esclavizados, secuestrados o desaparecidos", dice el comunicado, en una alusión a los más de 27 mil desaparecidos en México, según cifras oficiales (a la baja).

Por ello aseguran que su lucha no es por el poder, sino que es "un llamado a los pueblos originarios y a la sociedad civil para detener la destrucción y defender la vida de cada persona, familia, colectivo, comunidad o barrio, y construir la paz y la justicia desde abajo".

"Es el tiempo de la dignidad rebelde, de construir una nueva nación por y para todas y todos, de fortalecer el poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, de que paguen los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor".